El gobierno colombiano empezó ayer a afinar los detalles para llevar a Hugo Chávez frente a la Corte Penal Internacional de La Haya. Poco importó el acuerdo en el seno de la OEA o la opinión de la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores. Compuesta por ex presidentes y ex cancilleres, el equipo de expertos le advirtió al presidente Alvaro Uribe que un juicio de tamaña dimensión política sólo agravaría la crisis con el gobierno vecino. “Es el momento de buscar una salida diplomática”, aseguró el ex mandatario Ernesto Samper. Pero parecería que Uribe decidió no escucharlos, porque después de la reunión anunció la creación del equipo de cuatro abogados que presentarán la demanda en los Países Bajos.

El jefe del equipo de abogados, Vicente Torrijos, aseguró ayer que ya tienen pruebas suficientes para condenar a Chávez por “patrocinar y financiar” a la guerrilla. Las pruebas son todas las cartas y los documentos que el ejército habría confiscado de la computadora de Raúl Reyes, uno de los pocos objetos que sobrevivieron al ataque del sábado pasado contra su campamento. En las casi 40 páginas de relatos e informes, Reyes y otros líderes guerrilleros sostienen que Chávez les habría prometido entregar a lo largo de este año 300 millones de dólares, además de petróleo y nafta. En uno de los documentos, fechado el 8 de febrero pasado, se habla inclusive de la posibilidad de que la guerrilla consiga contratos del Estado venezolano.

Desde Caracas, el canciller Nicolás Maduro prefirió no contestar a las acusaciones y simplemente las calificó de “risibles”. Ayer fuentes del gobierno venezolano le dijeron a este diario que Chávez todavía no había dado la orden de empezar a trabajar en su defensa para La Haya. En cambio, Quito y La Paz sí salieron al cruce de las denuncias colombianas. Según una carta que habría escrito en octubre pasado el líder guerrillero Iván Márquez al máximo jefe de la organización Manuel Marulanda, Chávez iría a la reunión con el secretariado de las FARC acompañado por sus pares ecuatoriano, boliviano y nicaragüense. “Que son ‘patria y muerte’ con Chávez”, explicaba la carta.

El vocero de Evo Morales dio una conferencia de prensa en la mañana con el solo objetivo de desmentirlo. “El presidente Morales se ofreció como mediador en noviembre pasado como respuesta a un pedido del presidente francés, Nicolas Sarkozy”, explicó Alex Contreras. Una fuente cercana al ministro de Seguridad ecuatoriano y enviado a dialogar con las FARC, Gustavo Larrea, que pidió no revelar su nombre, le confió a este diario que la participación de su gobierno en las negociaciones también empezó para esa fecha.

Antes de la ruptura entre Chávez y Uribe, Ecuador había ofrecido su territorio para la primera liberación de rehenes. “Veíamos que había problemas con Venezuela y decidimos meternos”, dijo el funcionario, quien aseguró que el gobierno francés siempre supo de su participación. “Pero lo que están diciendo ahora es una locura. Nos quieren meter en el grupo del ALBA al que no pertenecemos”, agregó, haciendo referencia a la iniciativa regional liderada por Caracas y La Habana.

Al cierre de esta edición, el canciller nicaragüense discutía con el embajador venezolano cómo responderán a la acusación colombiana.