EL PAíS › NESTOR KIRCHNER APARECERA SIN AVISO EN CONVOCATORIAS DE SECTORES AFINES

A jugar con el efecto sorpresa

La prioridad de los movimientos del ex mandatario será cuidar la gobernabilidad. Su idea es armar una fuerza de centroizquierda con eje en el peronismo. En su agenda incluiría reuniones con gobernadores del PJ que ganaron en sus provincias.

 Por Martín Piqué

Néstor Kirchner decidió dosificar sus apariciones en público. Pero el perfil bajísimo no será permanente, ni mucho menos. El santacruceño seguirá jugando con el efecto sorpresa. Como ya hizo con su visita al foro del espacio Carta Abierta en el Parque Lezama, Kirchner tiene pensado aparecer por sorpresa en convocatorias de sectores afines, tanto en Capital como en el conurbano. El retorno a la actividad pública será progresivo. Cada movimiento será analizado según convenga o no con la nueva prioridad de la administración kirchnerista: cuidar la gobernabilidad.

Kirchner no cambió los hábitos a pesar del resultado del 28 de junio: el viernes a la tarde, volvió a organizar un partido de fútbol en la cancha de 9 jugadores de la quinta de Olivos. Aunque la tradición se mantuvo, sí hubo cambios en la conformación de los equipos. Sergio Massa solía ponerse el buzo de arquero y anteayer su lugar fue ocupado por otro jugador.

Los invitados que compartieron un rato de distensión con Kirchner fueron, en cierta medida, privilegiados: en las últimas semanas, el ex mandatario no se ha mostrado demasiado en público. Eso no significa que haya decidido recluirse definitivamente en cuarteles de invierno. El santacruceño hará todo lo posible para demostrar que el pronóstico de Alfredo De Angeli, quien ayer dijo verlo “entregado”, resulte desmentido por los hechos.

Kirchner tiene pensado construir una fuerza política de centroizquierda con eje en el peronismo. Sus primeros contactos fueron intendentes y movimientos sociales. En la última semana, con la mayor discreción posible, convocó a representantes de esos sectores para debatir la actualidad. Tras escuchar críticas por no haber construido una fuerza propia cuando la oportunidad era inmejorable –aquel lejano 2005–, Kirchner prometió apoyo, recursos y asistir en persona a algunas actividades.

En su agenda, Kirchner podría incluir reuniones con otros dirigentes del peronismo, sobre todo con gobernadores del PJ que triunfaron en sus provincias. Las entrevistas, en caso de concretarse, serían una instancia de diálogo paralela a la encabezada por la Presidenta y concentrada en las urgencias del Ejecutivo ante la puja corporativa: léase el costo fiscal de una eventual disminución de las retenciones a la soja.

En la situación actual del peronismo, lo que vaya a hacer –o no– Kirchner interesa mucho a todos los dirigentes del partido. Algunos hombres del PJ que conocen bien al santacruceño pero que privilegian, por sobre cualquier vínculo, su pertenencia a la maquinaria electoral que gobernó la Argentina entre 1989-1999 y desde 2002 a la fecha están preocupados por el rol que pueda cumplir Kirchner en los próximos dos años.

La preocupación consiste en que Kirchner se resista a un giro conservador del PJ a través de la figura de Carlos Reutemann –un peronismo que representaría al eje Rosario-Córdoba-interior bonaerense y a la defensa a rajatabla del modelo agroexportador– y que termine alentando a una división de la base electoral del peronismo. “Néstor puede llegar a cumplir el mismo papel que tuvo Menem con Duhalde a partir de 1997. Y eso nos preocupa”, es una de las frases que está circulando en estos días. Kirchner, como corresponde, sabe que sus movimientos son observados por la dirigencia del peronismo. Y también sabe que su aparición en el foro de Carta Abierta, como también su promesa de recorrer el país para construir una fuerza progresista de cuño popular, no causan mucha gracia entre los hombres del PJ que quieren ver a Reutemann triunfador en 2011.

Pero la notable capacidad de mutación del peronismo es sólo una de las preocupaciones de Kirchner. El ex mandatario sabe que su incidencia dentro del PJ depende de cómo evolucionen los dos años y medio que restan del mandato de Cristina Fernández. Y las urgencias, en ese sentido, van apareciendo solas.

Otro tema que lo obsesiona por estos días es el combate a la pobreza. Fue en ese rubro donde el kirchnerismo de los primeros años, sobre todo entre 2003 y 2006, cimentó su prestigio. Aparte de pensar en el PJ, en el funcionamiento de Aerolíneas y en la crisis económica, el santacruceño está evaluando iniciativas dirigidas a la población que está bajo la línea de la pobreza.

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Imagen: Bernardino Avila
 
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