“El que juega en un equipo de fútbol siempre quiere jugar en la Selección Argentina”, explicó con mucha prudencia el ex vicepresidente Julio Cobos, que con el resultado de las primarias volvió a posicionarse como uno de los posibles candidatos presidenciales de cara al 2015. En diálogo con Página/12 en su visita al Comité Nacional, Cobos dejó abierta la puerta para postularse, pero aclaró que no se deben anteponer las candidaturas, ya que “son obstáculos para poder juntarse con otros espacios políticos”.

–El que juega en un equipo de fútbol siempre quiere jugar en la Selección Argentina. Siempre cuando les preguntás a todos los dirigentes políticos, uno va a aspirar. Pero yo soy un hombre prudente, que ve los tiempos y las circunstancias. Yo ahora voy a trabajar y me siento con la obligación y la responsabilidad, y más con el respaldo que me dio Mendoza, de generar una alternativa. Pero si empezamos a anteponer candidaturas, ahí sonamos. Son obstáculos para poder juntarnos con otros espacios políticos que seguramente tendrán aspiraciones. Después veremos cómo se resuelve, si es por consenso o si no están las primarias. Pero no nos equivoquemos como se hizo la otra vez (en 2011), que el radicalismo definió un candidato por un proceso ajeno a lo que corresponde por ley.

–No. Lo probó De la Rúa con Chacho Alvarez, lo probamos nosotros con Néstor Kirchner y, a pesar de que hay muchas coincidencias porque son dos movimientos nacionales, se trata de una forma de concepción de poder diferente. Nosotros somos horizontales, repartimos el poder, lo distribuimos. El justicialismo es muy verticalista y concentra mucho el poder. Entonces, cuando el justicialismo habla de concertación es difícil creerlo, distinto sería si el radicalismo hablara de concertación.

–Tenemos que estar dentro de una socialdemocracia. Me parece que el socialismo, la Coalición Cívica, Proyecto Sur. Dependerá también de que no haya mezquindades de los dirigentes, que sepan que alguien tiene que ceder si queremos construir metas colectivas.

–Primero tiene que ganar en octubre y luego construir poder territorial en el país para que no le pase lo mismo que le sucedió a De Narváez. Si no, le va a pasar como a (Mauricio) Macri, que recurre a figuras mediáticas porque no tiene una estructura nacional. Ahora viene una transición en el peronismo, como pasó con Menem y con Duhalde.