EL PAíS › CAFIERO DIJO QUE EL REPRESOR NO SEGUIRA EN LA FUERZA

“Mijín no puede quedarse”

Apenas asumió, Cafiero decidió la separación de la Policía Bonaerense de Mario Mijín, el subjefe de la departamental de Lomas de Zamora que, tal como denunció este diario, fue represor en un centro clandestino.

 Por Fernando Cibeira

El gobernador, Felipe Solá, decía que buscaba un ministro de Justicia y Seguridad activo y fuerte hasta en lo físico, pero el elegido, Juan Pablo Cafiero, pasó el día previo a su asunción con una fuerte gripe que lo dejó sin voz. Ayer, para jurar, debió darse una inyección que le permitió soportar la apretada agenda del debut con estoicismo. Cafiero recibió a Página/12 mientras se acomodaba en su nuevo despacho y tomaba su primera medida: separar de su cargo al superior directo del comisario Alfredo Franchiotti, el subjefe departamental de Lomas de Zamora, Mario Mijín. Este diario reveló ayer que durante la dictadura, Mijín estuvo destinado al campo de concentración Destacamento Arana. “Alguien que trabajó en un centro clandestino de detención no puede estar en la policía ni un segundo”, explicó Cafiero.
–¿Le sorprendió que Solá le ofreciera el ministerio?
–Me asombró porque se sabe como pienso. En ese momento me respondí que no podía negarme. Las consultas que hice después las realicé en base a la decisión tomada.
–¿Usted coincide con Duhalde acerca de que es “muy difícil poner en caja” a la Bonaerense?
–Si hacemos una fuerte convocatoria, creemos que la opinión pública va a entender que tiene respaldo y que sus demandas son atendidas. Vamos a propiciar mucha participación de sectores políticos, sociales y religiosos porque pensamos darle a nuestra tarea cierto carácter refundacional. Hubo gestiones con buenas intenciones pero se que quedaron a mitad de camino.
–¿Por qué se quedaron a mitad de camino, no pudieron o no quisieron?
–Generalmente arrancan con fuerza, actúan sobre la emergencia, con reacciones espasmódicas, producen un crecimiento pero después se opta por dejar el tema de la seguridad en manos de la policía. Eso le permite al policía trabajar con una libertad muy alta donde la eficiencia son las estadísticas mientras la gente mantiene la sensación de inseguridad. Por ejemplo, los delitos con penas más graves, aumentaron un 30 por ciento durante el período que se llamó de “mano dura”.
–Durante la época de León Arslanian se echó a mil oficiales superiores y la Policía no se depuró, ¿a cuántos sería necesario desplazar?
–Yo me comprometí a la evaluación de legajo por legajo y acabo de dar las instrucciones para que esa tarea comience ya. Sin prejuzgar y con criterio, de lo contrario es caza de brujas.
–¿Está pensando en una limpieza generalizada?
–No porque eso sería anti policía. Y después de la policía viene la teoría de que las Fuerzas Armadas se hagan cargo de la seguridad interna y eso no va con mi forma de pensar.
–Pero dicen que, por ejemplo, el comisario Franchiotti tenía un legajo impecable y hasta había sido condecorado.
–Hay dos lecturas de legajos. Hay una que es la rutinaria. Yo ordené la lectura de legajos entre líneas, para conocer bien a cada persona.
–Da la sensación que se pueden tomar dos actitudes frente a la policía de la provincia: meter cuchillo a fondo, con lo que se gana la enemistad de la fuerza, o hacerse el distraído y dejar que sigan con sus negocios para que mantengan la provincia tranquila ¿Es así?
–Ha habido errores del poder político de la provincia. Eso nos involucra a todos porque yo también milité toda mi vida en la provincia. El error político fue buscar la tranquilidad porque te dicen que resuelve los problemas. Uno va delegando y después se sorprende con los hechos.
–¿Hubo parapoliciales en la represión del miércoles pasado?
–Vi por la televisión y en Página/12 del domingo un relato muy preciso de quién estuvo levantando las cápsulas del lugar. Eso era un fuerza de apoyo que estaba ocultando pruebas y limpiando la zona para garantizar la impunidad. No estaban vestidos de uniforme policial, por tanto a mí me cabe la apreciación de parapoliciales. No integran la policía, no estánidentificados en los listados que estoy viendo de las personas que fueron llamadas en ese episodio. Desde mi punto de vista son parapoliciales.
–¿La represión estuvo planeada?
–Mi impresión es que en algún grado hubo planificación. Alguien tuvo una actuación que ya la traía en mente, como el episodio de los cartuchos. Si fueron uno o varios, hay que ver, eso no se puede adelantar.
–¿Y cuál sería el objetivo del plan?
–Puede tener distintas lecturas y son todas válidas. Estoy ansioso por saber las motivaciones y si hubo autores intelectuales de esta represión.
–¿Evalúa la posibilidad de una escalada de violencia?
–La escalada de violencia en este momento puede darse por la actitud que tenga el Estado. No escalar violencia hoy es una responsabilidad del Estado porque la pelota está de este lado.
–¿Está inquieto por las protestas y cortes que empiezan hoy y continuarán la semana que viene?
–Mi aspiración es que sean manifestaciones pacíficas. La protesta social no es la ruptura de la seguridad pública. Hay miles de protestas sociales y son todas pacíficas. Nosotros tenemos que trabajar para que salgan bien las manifestaciones, no para que les vaya mal.
–¿Lo preocupa que los piqueteros vayan con palos a las protestas?
–Es innecesario. Yo no he visto que las organizaciones impartan instrucciones de ir con esos pertrechos. Escuché a los dirigentes más combativos de la Argentina y nunca los oí decir nada de eso.
–Primero fue Carlos Ruckauf que recordó aquel decreto del ‘75 en el que ordenó aniquilar la subversión. Después, Alfredo Atanasof y Jorge Matzkin hablaron de endurecer la represión ¿Eso no contribuyó a generar un clima represivo?
–No veo la relación. Pero, para curarnos en salud, en este ministerio está vedado que algún funcionario salga a crear clima.
–¿Hay sectores políticos interesados en generar una sensación de caos?
–No veo grupos políticos de envergadura que estén en eso. Hay declaraciones de dirigentes importantes que piden un cambio de gobierno, pero eso es respetable.
–¿Qué haría si hubiera otro muerto en un acto en la provincia?
–Eso no va a suceder.

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El flamante ministro de Seguridad bonaerense, Juampi Cafiero.
“Evaluaré legajo por legajo de los policías, sin prejuzgar.”
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