EL PAíS › CRUCES ENTRE LA OPOSICION Y LOS MINISTROS RECIEN DESIGNADOS

Primeros escarceos del gabinete CFK

Alberto Fernández y Florencio Randazzo se enfrentaron con Elisa Carrió por sus críticas a la continuidad de funcionarios en el gabinete. Mauricio Macri y Aníbal Fernández también se cruzaron, renovando su enfrentamiento por el traspaso a la Ciudad de la Policía Federal y su presupuesto.

POLEMICA POR LAS ACUSACIONES DE LILITA

Carrió contra Randazzo y más


Elisa Carrió lanzó la primera piedra, y desde el Gobierno respondieron veloces. El jefe de Gabinete, Alberto Fernández; el diputado Carlos Kunkel, el jefe del bloque de diputados, Agustín Rossi, y hasta el recién nombrado como futuro ministro del Interior, Florencio Randazzo, salieron al cruce de las denuncias formuladas por la ex candidata presidencial de la Coalición Cívica. ¿Qué dijo Carrió? Apenas se supo la conformación del gabinete de Cristina Fernández de Kirchner, afirmó: “Permanecen los ministros más corruptos de la gestión anterior”.

Sin perder el tiempo, Fernández le advirtió en declaraciones radiales que “debiera ser más cuidadosa”, porque “en algún momento las paciencias se colman”. Y agregó: “No se puede ser tan dañino inútilmente, en verdad debiera reflexionar un poco, darse cuenta de que sólo dos de cada diez argentinos la votaron”.

En sus primeras apariciones, Randazzo también se metió en la discusión: “Se cree que es la fiscal de la Nación y sale a hacer acusaciones livianas e irresponsables”, señaló. “Es preocupante que algunos, con posturas soberbias y personalistas, quieran dictar clases sobre moral y gestión”, aseguró con tono irónico.

El más duro fue Kunkel. Sin titubear, sostuvo que la dirigente “ha recaído en un discurso videlista, que descalificaba a todo aquel que llegara a la función pública por representación política y social”. Rossi se sumó a la polémica al considerar que las opiniones exhibieron “la peor Carrió”, la “que abandona la política para dedicarse al profetismo”.

Rotunda, Carrió había declarado el miércoles: “Quedó demostrado que la campaña basada en el cambio que hizo el kirchnerismo no ha sido otra cosa que una campaña de imagen para la continuidad de lo peor. Permanecen los ministros más corruptos de la gestión anterior, con lo cual ni la calidad institucional ni la falta de transparencia van a ser modificadas, sino que, por el contrario, estaremos frente a una situación de agravamiento de los problemas morales, institucionales, de distribución del ingreso, violencia e inseguridad que tiene el país”. En el día de ayer, ratificó sus críticas pero evitó subir la apuesta. “Emitimos respeto frente a las designaciones, salvo en aquellas donde significaría una fenomenal complicidad y trampa a la república”, dijo la dirigente.

Uno de los arietes que utilizaron desde el Gobierno para embestir a Carrió fue el origen de sus ingresos. Mientras Randazzo se mostró sorprendido de que “alguien que no se sabe bien a qué se dedica para subsistir dicte clases de moral”, Fernández argumentó: “Dice ganar 13 mil pesos al año, pero veranea cuatro meses en Punta del Este y vive en un departamento en Santa Fe de la familia de Lolita Torres que cuesta mucho más. En dos meses se le va todo en alquiler”.

A modo de respuesta, desde el comando de Lilita enviaron a los medios una gacetilla donde se señala que “Carrió vive de donaciones voluntarias que realizan los diputados nacionales Adrián Pérez, Susana García, Fernando Sánchez y Elsa Quiroz, y de su actividad docente en el Instituto Hannah Arendt y en la Escuela de Gobierno, donde dicta clases, seminarios y coordina cursos”. Desafiantes, desde su entorno exigían: “Nosotros difundimos su declaración jurada. Le pedimos a Fernández y a Randazzo que hagan lo mismo”.


POR LA SEGURIDAD Y LA POLICIA federal

Chispas entre Aníbal y Macri


El jefe de Gobierno porteño electo, Mauricio Macri, y el actual ministro del Interior, Aníbal Fernández, tuvieron su propio enfrentamiento luego de que se anunciara el gabinete que acompañará a Cristina Kirchner en su futura gestión. “No es justo para los vecinos de Buenos Aires que Aníbal Fernández, por la incompetencia que ha demostrado, siga manejando la seguridad. Me parece un disgusto para todos los porteños”, se quejó el líder del PRO. La respuesta no tardó en llegar: “Los problemas no se solucionan con frases bonitas, sino trabajando todo el día. El 10 de diciembre se va a tener que poner el overol y se va a tener que poner a laburar, cosa que no le gusta para nada, lo ha demostrado toda la vida. Nunca manejó la empresa del padre (Franco Macri) porque jamás se lo permitió”, sentenció el futuro ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos.

Se trata de un nuevo capítulo dentro de un viejo enfrentamiento entre un jefe de Gobierno que reclama el traspaso con fondos de la policía, y un ministro del Interior que pasará a Justicia, donde se llevará la Secretaría de Seguridad. De fondo se encuentra el gobierno nacional y el porteño y un hecho que, probablemente, anticipe el tono y la pelea que dividirá aguas a partir del 10 diciembre próximo.

“En Interior él tenía responsabilidad en la Policía Federal, y realmente los resultados han sido increíbles”, subrayó el jefe comunal electo, en una entrevista radial. “Que se aplique la ley como corresponde, que se traspasen las cosas con los recursos. El Gobierno insiste en no querer cumplir con lo que marca la autonomía, lo que votó la gente, pero al menos que nos dé una satisfacción de poner a alguien que demuestre una virtud”, pidió.

Fiado de sí, Fernández aseguró que el camino elegido desde su cartera “ha sido, no correcto, correctísimo”. En el mismo sentido, agregó que en el ministerio “el mapa del delito lo estamos estudiando día a día, y si los resultados no fueran los que nosotros buscamos, el mapa no cambiaría nunca. Sin embargo, eso lo estamos consiguiendo”. Con saña, Macri pidió a Fernández “que le pregunte al pobre (vicejefe de Gabinete, Jorge) Rivas (atacado hace dos días en Lomas de Zamora) si tiene sensaciones de inseguridad”.

La respuesta de Fernández fue de tipo personal: “Imagino que la gente de la ciudad debe querer que Macri trabaje para la ciudad”, y que no pierda “el tiempo hablando de temas nacionales que no conoce, no entiende. Es un vendedor de ilusiones, permanentemente”, aseguró.

De un modo informal, Fernández insistió en que Macri “sandeces dijo siempre. Nunca en la vida manejó absolutamente nada en el Congreso, no propuso una norma como la gente, se cansó de decir que todo estaba mal, pero nunca en la vida propuso nada que tenga que ver con la mejoría de las cosas. ¿Por qué tengo que creer que lo que dice está bien?” Y añadió: “Este ministro tiene un lomo de dos pulgadas y media para aguantar los dichos de Macri. Yo nunca les saqué el cuerpo a las discusiones ni a las cosas de la ciudad. Y yo tengo para exhibir cosas, que no lo hago porque tirarle estadísticas a quien está padeciendo un delito en sí mismo es una burla, y yo no juego con esas cosas”.

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