EL PAíS › REACCIONES CONTRARIAS A LA CANCELACIóN DE LA DEUDA CON EL CLUB DE PARíS

Un pago que no conforma a todos

La oposición hizo diversas críticas. También hubo aliados al Gobierno que manifestaron su desacuerdo con la decisión. Muchos cuestionaron la utilización de reservas y se quejaron de que el tema no haya sido discutido en el Congreso.

- Eduardo Macaluse, presidente del bloque Solidaridad e Igualdad (SI): “En el Día de la Industria premió a los especuladores pagando una deuda que es ilegítima. Hubiéramos preferido que la Presidenta diera más precisiones sobre medidas concretas para el desarrollo de las PyME, principales generadoras de empleo y desarrollo regional. No hay que volver a repetir la receta ortodoxa de pago de la deuda con reservas del Banco Central con el objetivo de recuperar un crédito externo que va a llegar en cuentagotas. De este discurso se pueden sacar muchas conclusiones: que no hay voluntad de distribuir justamente la riqueza, que nunca han abandonado la ortodoxia económica y que las mentiras del Indec no eran para pagar menos”.

- Jorge Altamira, dirigente del Partido Obrero: “Una fuga de capitales de 20 mil millones de dólares en un año, el aumento de la deuda en otros ocho mil y la amenaza de un nuevo default ya eran síntomas claros de un derrumbe. Si a esto le añadimos el escándalo político de la efedrina, que compromete a medio gabinete, se comprende por qué Cristina Kirchner tuvo que pagar peaje para seguir gobernando. El Gobierno volvió a recurrir a una operación ilegal e inconstitucional: echó mano de las reservas del Banco Central, cuando el tope autorizado para prestarle al Gobierno ha sido largamente cubierto. Enseguida, vendrá el arreglo con los “bonistas”; luego, la liberación de tarifas y, finalmente, la renegociación de la deuda indexada”.

- Gerardo Morales, presidente de la UCR: “De golpe reacciona el Gobierno, pero resuelve de la peor manera. Con tiempo se hubiera logrado una refinanciación seria. La ley vigente, reformada por un decreto de Néstor Kirchner de diciembre de 2005 cuando se hizo el pago al FMI, indica que las reservas de libre disponibilidad sólo pueden imputarse a deudas con organismos financieros internacionales. El Club de París es una instancia de negociación de deudas bilaterales, por lo tanto la propia presidenta estaría instruyendo al ministro de Economía en violación a la ley. El tema debe debatirse en el Congreso, ya que es una facultad propia del Poder Legislativo, como indica la Constitución nacional”.

- La Mesa Nacional de la Coalición Cívica: “El pago al Club de París se hizo tarde y mal. Hacerlo de esta forma lejos de ser un signo de fortaleza muestra la debilidad del Gobierno, que termina pagando de contado y con reservas del Banco Central. El anuncio no parece parte de un programa financiero ni de un plan articulado y eso es lo que lleva a que se tenga que cancelar la deuda con reservas del Banco Central y no con fondos del mercado de capital. El Gobierno va a tener que explicar su política ante los bonistas, que es uno de los tantos talones de Aquiles de aquella restructuración de deuda anunciada como exitosa y a la que nos estamos enfrentando, cada vez más, y con mayor costo”.

- Humberto Tumini, titular de Libres del Sur: “El pago al FMI significaba sacarse de encima una tutoría nefasta que tuvo altísimo costo para el país; y se llevó adelante en un momento donde el contexto económico externo e interno indicaba que dichas reservas serían recuperadas con rapidez. La realidad ahora no es la misma: no hay obligación ni necesidad de pagar esa deuda debilitando la posición de las reservas, se puede ir haciendo en un período más largo. Por otra parte, el contexto económico mundial es claramente negativo y en lo interno afrontamos problemas que requieren tener las espaldas bien cubiertas y recursos para necesidades que van desde inversión productiva, a salud, educación, etc.”.

- Eduardo Buzzi, presidente de la Federación Agraria: “Estos hechos ratifican que Cristina Fernández continúa la línea de preferencias hacia el mundo financiero. Cuesta entender a muchos de los que estaban en Casa de Gobierno, que aplaudieron al ex presidente Rodríguez Saá cuando anunció el default y ahora ovacionaron el pago de la deuda externa. Hace una semana el Gobierno decidió asignar 40 millones de pesos para atender la pobreza rural y se molestó con la FAA por haberle recordado que el compromiso asumido en octubre de 2007 era de 840 millones. Ahora le pagan al Club de París sin cuestionar el origen de esa deuda ni negociar plazos. ¿No sería mejor que llamen a un plebiscito o que se discuta el tema en el Congreso?”

- Claudio Lozano, diputado de Proyecto Sur: “En lugar de plantear las bases para un programa de industrialización que permita abandonar nuestra degradada especialización productiva, la Presidenta se asocia al ideario neoliberal y cancela una deuda ilegítima bajo el supuesto falso de que esta decisión va a favorecer inversiones en nuestro país. Deuda ilegítima que debió ser investigada antes que pagada. Fue construida a fines de la dictadura, en base a empresas estatales endeudadas para posibilitar la fuga de capitales, y luego incrementada por los fondos prestados por España en el final de la convertibilidad para garantizar el dólar fijo y permitir la salida de capitales”.

- Federico Pinedo, presidente del Bloque de PRO: “Pagar la deuda del Club de París es una buena noticia. Hacerlo con reservas es una mala noticia. Es buena porque el Club de París es un mecanismo para financiar a las empresas argentinas que compran maquinarias en el exterior. Si pagamos, las empresas se van a poder financiar para comprar los equipos que necesitan. Pero es malo pagar con reservas porque están para respaldar la moneda de los argentinos. Hay que ser muy cuidadosos, ya que una buena señal podría tener consecuencias indeseadas en el valor de la moneda. Esto tiene que pasar por el Congreso”.

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