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El feriado bancario y cambiario abarcará, como mínimo, lunes y martes, aunque fuentes de Economía reconocían anoche que podría extenderse, de acuerdo a las reacciones que provoque el paquete a lanzar este atardecer. En principio, la decisión es no irritar más de la cuenta a la gente, por lo que se reclamó a los bancos que llenen de billetes los cajeros automáticos, de manera que nadie se vea privado de retirar su sueldo, si es que el empleador se lo depositó.
Según una versión blanda, recogida en el equipo económico, el feriado –que en principio parecía asociado al conmocionante fallo de la Corte contra el corralito– procura en realidad darles tiempo a los bancos para acomodar su operatoria a las nuevas condiciones. Sin embargo, no se deja de temer que algún juez pretenda forzar la apertura de los bancos para imponer la restitución de su dinero a algún ahorrista.
El propio Jorge Remes Lenicov se tomaría tiempo para instrumentar en detalle el paquete, difundiendo hoy sólo su contenido grueso. El pormenor de las normas insumiría no menos de 30 días. Uno de sus más estrechos colaboradores se reconfortaba anoche, en diálogo con Página/12, por el acuerdo que alcanzaron industriales y banqueros, y que Economía parece rubricar con gran felicidad. La fuente señalaba que a esos representantes privados “no los une el amor sino el espanto”, porque todos bordean la quiebra.