EL PAíS › LAS PERSECUCIONES QUE SUFRIO EL OBISPO

Un hombre siempre vigilado

 Por A. D.

Juan Carlos Maccarone fue uno de los primeros en acercarse. El 5 de marzo de 2003, cuando faltaban dos meses para que se decidiese la intervención federal a la provincia, el obispo de Santiago del Estero se acercó al edificio del departamento de inteligencia de la policía de Juárez para comprobar lo que hasta allí eran rumores: “Yo tengo una carpeta con mi nombre producto del seguimiento de los espías”, dijo el obispo en esa ocasión a este diario. Aquel era sólo uno de los 40 mil expedientes de espionaje secreto sobre los pobladores de Santiago que atesoraba el gobierno de Carlos Juárez y Nina Aragonés. Un mecanismo de extorsión y silenciamiento político ejecutado durante décadas.
El obispo Maccarone llegó a Santiago del Estero en 1999 como sucesor de monseñor Gerardo Sueldo, el sacerdote que denunció la continuidad del feudalismo y las prácticas de terrorismo de Estado en la provincia. Maccarone sabía dónde llegaba. Durante su larga carrera pastoral, su gabinete, su despacho y sus dependencias serían monitoreadas en las sombras por el aceitado aparato de control del ex jefe de los espías, Musa Azar, como había sucedido con Sueldo.
El expediente secreto del obispo pasó de sus manos a la Justicia federal para incorporarse a la megacausa que se abrió, ese mismo mes de marzo, contra el matrimonio Juárez por el delito de espionaje ilegal. Maccarone sabía que lo seguían, pero la constatación de la existencia de los expedientes y de la labor de los espías produjo un pronunciamiento de la Iglesia y aceleró, en abril de 2004, la discusión en el Congreso de la Nación que terminó con el proyecto de intervención federal.
La de Maccarone no era la única carpeta que tenían los espías. Entre los investigados había otros sacerdotes, maestros, profesionales, militantes y ex detenidos. La Justicia se encontró con la mismísima carpeta del obispo Sueldo.
“Parte de informaciones, Santiago del Estero 12-10-96:
Objeto: Religioso. Iglesia Católica local y nacional. Pastoral SocialInvención-Evolución.
Obispado local: el viernes pasado a partir de las horas 23.00 en el Canal de Cable TN Todo Noticias que llega aquí en directo por el número 27, se presentó en el programa de Santo (Biasati) el obispo local Gerardo Sueldo durante el cual no tuvo reparos en criticar al gobernador Dr. Juárez y relatar a su criterio los diversos enfrentamientos que se agudizaron este año”.
El que antecede es uno de los párrafos de un expediente de los archivos secretos, un ejemplo de lo que la supervivencia de un aparato que aún parece tener a su mano de obra ocupada en la provincia puede hacer. Mientras Juárez controlaba los hilos políticos de la gobernación, esos informes pasaban de la Departamental de Inteligencia controlada por Musa Azar a la casa de gobierno. En la cadena de pases de carpetas, chismes y expedientes entraba el represor mayor (R) Jorge D`Amico, entonces subsecretario de Informaciones de la gobernación.
Tras redactar aquel informe sobre la presentación de Sueldo en TN, los espías se encargaron de anotar como hacían habitualmente: “Repercusión social: en el gran público, escasa. Más bien (la tuvo) en sectores católicos de poder adquisitivo y de la ciudad”.
Musa Azar y su ejército de pequeños espías está detenido desde hace más de un año medio. La intervención federal concluyó. Las manos mágicas de los espías siguen trabajando.

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