ESPECTáCULOS

Las pioneras de cada década

- Yo amo a Lucy (1951). Lucille Ball fue una pionera de las sitcoms, precursora del formato de media hora en el horario del prime time de los Estados Unidos. Tenía las condiciones básicas: sillón, familia, escalera. “Ya en los ’50 se retrataba una sátira y conmiseración de la familia estadounidense blanca”, explica el crítico Sebastián Tabany. “Esa familia típica de los suburbios fijaba su límite en el living, la cocina y las habitaciones de arriba en una casa prefabricada. Se crearon barrios, pueblos, alrededor de eso...”
- Los Beverly Ricos (1962). Sitcom sobre una familia de montañeses que se va a vivir a Beverly Hills, en una mansión que les habían legado (algún parecido con Los Roldán no es mera coincidencia). ¿Por qué pionera de los ’60? Su aporte fue el tópico del “pez afuera del agua”, alguien que viene de otro espacio y no se termina de integrar a su entorno, inaugurando una saga temática que seguiría con las peripecias de Mi marciano favorito, Alf y Mork y Mindy. El tema es encontrar el humor en la situación de no pertenencia al lugar, ya sea en lo social o en el absurdo del encuentro de dos mundos.
- Mary Tyler Moore Show (1970). Sitcom de familia, pero en este caso la primera que se atrevió a trasladar un decorado a exteriores. Fue de las primeras que incluyó escenas por fuera, en un estudio de radio y un canal de TV, prefigurando la mudanza del living al bar de Seinfeld, y Friends, donde la charla ocurrió fuera del edificio, en el Central Perk. Más tarde llegarían las sitcoms profesionales en torno a una radio (Newsradio), una oficina (The Office) o un estudio jurídico (Ally Mc Beal).
- Los Cosby (1984). Primera sitcom de negros, prefigurando a My Wife And Kids. “El tema racial –dice Tabany– estaba presente pero en forma satírica e irónica, previo a la dictadura de la corrección política, en la era Reagan. Cosby era un profesional, representando a la derecha republicana negra, algo rarísimo. Entonces, no se podía poner a un negro del gueto en el prime time, se lo acomodaba al gusto de los blancos.” El mismo sendero recorrió Blanco y negro, contando a sus chicos negros de clase alta, sin el reflejo de la clase baja o media baja en la mansión de la Quinta Avenida.
- Friends (1994). Hasta entonces todo remitía a la situación o el equívoco, y aquí los guionistas empiezan a ocuparse del absurdo, incluyen vuelcos sin hilo narrativo claro e inauguran los famosos shows de la nada que también atañen a Seinfeld. Lo que aparece es el régimen de historias múltiples: se gana en variedad, en diversidad y en la aparición de distintos tipos de humor para ampliar el target.
- George López Show (2000). El productor entendió que los latinos son primera minoría y le entregó el reconocimiento al target con una sitcom familiar sobre inmigrantes centroamericanos. Se da en paralelo con el boom de adaptaciones de clásicos para consumo sudamericano, que tendrá su apogeo en 2005.

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