SOCIEDAD › POR PRIMERA VEZ, ENCUENTRAN METANO EN UN PLANETA MEDIANTE EL TELESCOPIO ESPACIAL

Indicios de vida fuera del Sistema Solar

El descubrimiento pone de manifiesto la posibilidad de detectar, en planetas extrasolares, la existencia de componentes asociados con la posibilidad de vida. En este caso, pese a la presencia de metano y agua, es imposible por las altas temperaturas.

El misterio de la vida extraterrestre está aún lejos de develarse, pero ayer se conoció un nuevo paso en su búsqueda. Por primera vez, astrónomos de la Agencia Espacial de Estados Unidos (NASA) encontraron metano y vapor de agua en un planeta ubicado fuera del sistema solar, a 63 años luz de la Tierra. El hallazgo se obtuvo a partir de imágenes producidas por el telescopio espacial Hu-

bble. Se trata de dos componentes que, juntos, pueden hacer presumir la existencia de vida orgánica. No sería el caso de este planeta, cuya temperatura ronda los 900 grados centígrados, una magnitud que haría imposible cualquier intento biológico. Pero el descubrimiento pone de manifiesto la posibilidad de detectar en planetas extrasolares, a través del Hubble, la existencia de componentes asociados con la posibilidad de vida.

La noticia fue publicada ayer por la revista científica Nature. En ese artículo, el astrónomo Mark Swain, del equipo que estuvo a cargo de la investigación, afirmó: “Este es un escalón crucial para avanzar de cara a caracterizar las moléculas prebióticas en planetas donde la vida puede existir”. Swain trabaja en el Laboratorio de Propulsión a Reacción, en California, Estados Unidos.

¿Cómo puede un telescopio detectar la presencia de gas en un planeta lejano? “El telescopio espacial no ve al planeta, sino a la estrella en torno de la cual gira. Cuando el planeta pasa por delante de la estrella, se produce una suerte de eclipse. Y por las características de esa imagen puede deducirse la presencia de metano o de otros componentes”, explicó a Página/12 Mariano Ribas, coordinador del Area Astronomía del Planetario de Buenos Aires.

La estrella es la HD 189733, y el planeta en cuestión tiene la poco original denominación de HD 189733b. “Se trata de un planeta gigante, similar a Júpiter, de unos 150.000 kilómetros de diámetro, y está ubicado muy cerca de su estrella, a una distancia diez veces inferior a la que separa Mercurio del Sol”, comparó Ribas. En cuanto a la estrella, es más chica que el Sol, pero más joven. “Y puede verse con la ayuda de binoculares en una noche despejada de otoño, como parte de la constelación Vulpecula”, agregó.

Tanta cercanía a su estrella es la razón de la alta temperatura que reina en el planeta, unos 900 grados centígrados. “En principio, con esos valores, todo intento biológico es imposible. Más allá de la constitución molecular del planeta, esa temperatura no permite que las moléculas se junten y hace que toda estructura compleja se desarme”, precisó el coordinador del Planetario.

Los científicos que se empeñan en buscar indicios de vida en los cuerpos celestes apuntan siempre a detectar la presencia de cuatro sustancias: metano, agua, dióxido de carbono y oxígeno. En la Tierra, los cuatro están asociados a la existencia de vida, aunque no es necesario que estén presentes todos para que se registre una experiencia biológica. En el HD 189733b ya se había detectado vapor de agua y ahora se confirmó la presencia de metano.

¿Por qué el metano está asociado a la existencia de vida orgánica? Se trata de un gas cuyas moléculas están compuestas por un átomo de carbono y cuatro de hidrógeno (CH4). “El metano es un subproducto biológico, que resulta de materia biológica en descomposición, pero también es imprescindible para que la vida aparezca: toda la vida orgánica terrestre está basada en átomos de carbono”, explicó Ribas.

El planeta del que se habla en esta nota no es el primer cuerpo extrasolar que se ha descubierto: existen otros 276, la mayoría de ellos detectados por el telescopio espacial. A su vez, en el Sistema Solar hay planetas que tienen metano: además de la Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. En los planetas más fríos, el gas aparece congelado.

La importancia de la investigación publicada por Nature es que por primera vez los astrónomos detectan a través de observaciones en el Hubble la presencia de metano fuera del Sistema Solar, lo que abre la posibilidad de futuros descubrimientos en planetas más aptos para el desarrollo de actividad biológica.

Lo confirma Adam Showman, del Departamento de Ciencias Planetarias de la Universidad de Arizona: “El descubrimiento por sí mismo no tiene implicación directa alguna para la vida, aunque prueba una técnica que potencialmente pudiera ser útil para caracterizar la atmósfera de planetas rocosos cuando comencemos a descubrirlos”.

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El planeta HD 189733b, en el que detectaron la presencia de metano y vapor de agua.
Imagen: AFP
 
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