SOCIEDAD › PROBLEMAS EN ESCUELAS PORTEñAS POR LA SUSPENSIóN DE CLASES

Reclamos por los comedores

Los docentes reclaman porque no se les da a los chicos comida caliente. En el Ministerio de Educación anunciaron que extenderán el servicio de viandas durante las vacaciones de invierno. En algunas escuelas llegan menos refrigerios que los pedidos.

El gobierno porteño redujo esta semana la entrega de viandas en las escuelas: de las 50 mil solicitadas inicialmente, la semana anterior, se entregaron el lunes último 36.000. En el Ministerio de Educación porteño aseguran que la caída corresponde a que “muchos chicos no van a buscar la vianda”. “Se hace un ajuste día a día de la cantidad enviada, de acuerdo con la demanda del día anterior”, explicaron. Por otra parte, un gremio docente advierte que “no se está entregando comida caliente, como se prometió”. Desde el ministerio argumentan que no se puede garantizar la asepsia de esos alimentos, que los chicos llevan a su casa, razón por la cual se optó por entregar diariamente sandwiches de milanesa y fiambre. “El problema es cuando se dan esas viandas a jardines maternales donde van nenes de 45 días a 5 años que no pueden comer un sandwich, como ocurre en el barrio Ramón Carrillo, donde ya hicieron el reclamo al ministerio”, dijo a Página/12 Eduardo López, secretario general de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE).

Desde el 6 de julio, cuando se suspendieron las clases en las escuelas porteñas como medida para prevenir contagios de gripe A, se reemplazó el servicio de comedor escolar por un refrigerio. Como también se suspendieron las colonias de invierno –que cuentan con un servicio de comedor– desde el ministerio anunciaron a Página/12 que durante ese período “hasta el 3 de agosto se continuará con la distribución de refrigerios”.

Muchos de los que quedaron excluidos de los refrigerios son los chicos que habitualmente van a la escuela en micros del Gobierno de la Ciudad –porque su escuela está alejada de su domicilio–, ya que el servicio de transporte se ha suspendido junto con las clases. Así consta en las denuncias recibidas por la Defensoría del Pueblo porteño y en el pedido de informes elaborado por Gustavo Lesbegueris, a cargo del Area Derecho a la Educación de ese organismo. Los servicios de micros escolares se prestan para el traslado de chicos que, por la falta de vacantes en las escuelas cercanas a su domicilio, deben trasladarse a establecimientos ubicados lejos del lugar donde viven. Se trata de los chicos del distrito escolar 19, que comprende principalmente los barrios de Villa Soldati y el Bajo Flores.

Después de la primera semana de implementación de los refrigerios, comenzaron a circular los reclamos, como los de la escuela 8 de recuperación de Parque Chacabuco, donde la directora Angélica Graciano pidió 60 viandas pero recibió 40. Otra directora de una escuela de Mataderos comentó a este diario que el lunes “entregaron menos viandas, sin que hubiera consulta por parte del ministerio o del concesionario, y no alcanzaron para todos los chicos”.

En la concesionaria Lemerich SRL, una de las empresas que presta el servicio de cattering en escuelas de la ciudad, una empleada confirmó a este diario que “el viernes llegó la orden de reducir la cantidad”. Las empresas dicen que esto las perjudicó, ya que cobran por cantidad de refrigerios entregados. Por esa razón, en la mayoría de los concesionarios licenciaron al personal hasta el 3 de agosto, para cuando está prevista la reanudación de las clases.

El secretario general de UTE, Eduardo López, advirtió que “los chicos no reciben comida caliente, como había prometido el subsecretario Andrés Ibarra”. “En las escuelas hay chicos que habitualmente reciben una vianda, porque no tienen comedor, pero hay otros que comen todos los días comidas preparadas en la cocina de la escuela, por los empleados del concesionario. Esos chicos ahora están recibiendo un sandwich todos los días”, argumentó López.

En el Ministerio de Educación porteño sostienen que se optó por entregar una vianda fría porque “no se podía garantizar la asepsia de la comida caliente”. Explicaron que el refrigerio está constituido por dos sandwiches, uno de milanesa y uno de fiambre, una fruta, una colación (dulce), un alfajor y una barra de cereal. “Todos los días recibimos información de las escuelas de cuántos chicos retiran la vianda, y de acuerdo con esa cantidad se envía la partida del día siguiente”, explicaron. Además se entrega una caja de un litro de leche por semana.

No es lo que ocurrió en la escuela de Mataderos mencionada más arriba, donde se redujo el número de viandas “sin consulta previa”.

La UTE envió ayer al Ministerio de Educación una nota en la que advierte que “los menores de tres años que concurren a escuelas infantiles deben alimentarse con purés, papillas, cereales y leche maternizada, ya que no poseen la misma capacidad deglutiva que el resto de los alumnos del área educativa”. “El gobierno se ahorra plata, ya que con la suspensión de las clases son menos los chicos que demanda alimentación”, sentenció el titular de UTE.

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Los refrigerios consisten en sandwiches, fruta, colación, alfajor, barra de cereal y leche.
 
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