SOCIEDAD › NORA SCHULMAN HABLA DE LOS OBJETIVOS DE CASACIDN, A VEINTE AñOS DE SU CREACIóN

“Prevenir la explotación sexual”

La organización que preside Estela de Carlotto es la encargada del seguimiento y aplicación de la Convención Internacional sobre Derechos del Niño. Como tema pendiente señala la sanción de una ley penal juvenil.

 Por Mariana Carbajal

“Estela fue la gran impulsora. No sólo por la búsqueda de los nietos (apropiados) sino para defender los derechos de la infancia en general”, cuenta Nora Schulman, sobre los orígenes del Comité Argentino de Seguimiento y Aplicación de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño (Casacidn). Estela es Carlotto. Ella fue la fundadora de la entidad, que este mes celebra sus primeros 20 años y se ha convertido en referente indiscutida en la promoción de los derechos de la niñez y la adolescencia en el país. En su agenda de 2012, adelanta Schulman, directora ejecutiva del Casacidn, se imponen como temas excluyentes “la prevención de la explotación sexual y la violencia en general, no sólo el maltrato de niñas y niños. La idea es crear un grupo nacional. Venimos hablando con Unicef. Se tiene que involucrar toda la sociedad. No es un tema privativo de un gobierno. Requiere del compromiso de todos”, dice Schulman en una entrevista con Página/12. Y aclara: “Vamos a seguir insistiendo hasta ver al cura (Julio César) Grassi preso. Por los chicos. Te deja un sabor amargo ver que un abusador esté libre y se pasee por la Fundación (Felices los Niños), poniendo en riesgo a los chicos. Hacemos un llamado tanto al Poder Judicial como al poder político para que finalmente Grassi cumpla su condena en la cárcel”.

La semana pasada, en la sede del Casacidn hubo festejos. Fundado por las Abuelas de Plaza de Mayo en 1991, hoy es una coalición de 27 organizaciones de la sociedad civil que trabajan por la niñez y la adolescencia, entre ellas, la Sociedad Argentina de Pediatría, los Scouts, la Asociación Cristiana de Jóvenes, la Asociación de Abogados de Buenos Aires y el Centro de la Mujer de San Fernando. Carlotto es su presidenta. “Desde su constitución nos hemos ido consolidado como un espacio de articulación de acciones y propuestas estratégicas para la incidencia en políticas públicas, y para la difusión y promoción de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño”, destaca Schulman. Promovieron denuncias con gran resonancia. La más reciente, contra el sacerdote Grassi, que terminó con su condena, aunque siga en libertad hasta que quede firme el fallo. Y mucho antes, en pleno menemismo contra el entonces Consejo Nacional del Menor, “por corrupción”, recuerda Schulman. “En aquel momento, desde el Estado nacional se había privatizado la atención de la infancia. Fue una época nefasta. Había mucha corrupción. Había chicas discapacitadas que estaban bajo la órbita del Consejo en un hogar, que las hacían trabajar en un lavadero clandestino. La titular de ese hogar tenía otros 13 más. Se trasladaban subsidios enormes a ese tipo de institución. A otras chicas también tuteladas por el Consejo las hacían prostituirse en la Plaza Flores, se embarazaban y después el hogar cobraba un monto por ese embarazo a través de un programa de Prevención del Abandono, pero ese dinero nunca les llegaba a las chicas”, enumera Schulman.

–¿Qué cambió en términos de políticas públicas en los últimos años con relación a la niñez y la adolescencia?

–Ha habido un avance increíble en la legislación. Tenemos leyes de las más avanzadas de América latina, como la de Educación Sexual Integral, de Protección Integral de la Infancia, de Salud Sexual y Procreación Responsable. El problema es que no se cumplen en su totalidad. Está costando en algunas provincias. Por otra parte, se ha creado institucionalidad con la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia. Hay que destacar la Asignación Universal por Hijo, que está enfrentando la pobreza y la desnutrición. Se está tomando el problema de la explotación sexual. Pero todavía falta más política pública y protección a los chicos.

Schulman señaló que en la agenda de Casacidn hay temas “clásicos” como una ley de responsabilidad penal juvenil, sin bajar la edad de imputabilidad, cuyo tratamiento está pendiente en el Congreso, y la represión policial y las agresiones a las salidas de los boliches por parte de patovicas y otras personas.

–En las últimas semanas, varios chicos y chicas fueron víctimas de hechos aberrantes. ¿La violencia contra la niñez y adolescencia se ha incrementado o tiene mayor visibilidad?

–Creo que ha adquirido nuevas formas. Antes era más de puertas adentro. No se conocían los casos, ni cómo se ejercía. Hoy hay mucha mediatización. Los mismos chicos que ejercen violencia contra otros chicos filman los episodios y los suben a la web. Por un lado podemos pensar que se va adquiriendo mayor conciencia sobre este problema, y eso es bueno. Pero todavía la agenda pendiente es la violencia estructural contra los chicos. No sólo el golpe, el maltrato físico, el abuso sexual. Me refiero a la violencia de los adultos en general contra los chicos, por ejemplo, al colectivero que arranca el vehículo cuando todavía el chico no terminó de subir. Tenemos que ir de lo general a lo particular.

–¿Hay diferencias de género con relación a la violencia contra la infancia?

–Hay más violencia sexual hacia las nenas. Se da en todos los ámbitos y clases sociales. Tiene que ver con la violencia de género. Aunque a nivel mundial se está viendo un incremento de la violencia sexual contra varones en Asia y en algunos países de Africa. En ese caso se trata de un problema asociado exclusivamente a la pobreza. Los chicos son pobres, carentes de todo y venden sus cuerpos para comer. Hay que diferenciar claramente qué es explotación sexual y qué es trata. A veces se confunde. La explotación sexual se da en cualquier lugar, incluso en la propia casa de la víctima. A veces, aunque no es lo habitual, hay mamás que las prostituyen. Otra cosa es la trata, donde hay reclutamiento, traslado.

El Casacidn integra la Red Latinoamericana y del Caribe (Redlamyc) por los derechos de niños, niñas y adolescentes, elabora informes “sombra” al Comité de Derechos del Niño de la ONU y además, desde principios de 2007, integra Ecpat, una red de organizaciones e individuales que trabajan en conjunto para la eliminación de la prostitución infantil, la pornografía infantil y el tráfico de niños y niñas con propósitos sexuales.

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“La violencia contra los niños ha adquirido nuevas formas”, dice Schulman.
Imagen: Lucila Quieto
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