SOCIEDAD › SE CUMPLIó UNA DéCADA DE LA DESAPARICIóN DE DIEGO DUARTE EN LA CEAMSE

Diez años tapado por la basura

El joven cartonero desapareció tapado por una montaña de basura que le arrojaron desde un camión siguiendo indicaciones de los Bonaerenses. La familia de Diego organizó un encuentro para reunir fondos y fuerza para saber cómo ocurrió todo.

 Por Carlos Rodríguez

Un domingo 15 de marzo, diez años atrás, en la Ceamse que está sobre el Camino del Buen Ayre, en José León Suárez, desapareció Diego Duarte, un chico de 15 años que buscaba estrellas en medio del basural. Junto con Federico, su hermano mellizo, vinieron a Buenos Aires, desde Formosa, para vivir con su hermana Alicia, y con la meta de estudiar. El día de la desaparición de Diego habían ido a revolver la basura para encontrar metales o cosas de valor para vender y poder comprar las zapatillas que Federico necesitaba. Todo indica que Diego fue aplastado por un alud de desperdicios que le arrojó encima un camión que se deshizo de su carga sobre la humanidad del chico. Su hermano logró escapar y contó, después de varios días, luego de superar el shock que le provocó la situación vivida, que se habían escondido porque los policías que custodiaban el lugar los perseguían. Huyeron para no ser golpeados y detenidos, como es usual. Hace unos años, en una causa judicial que avanzó muy poco, se dio cuenta de la aparición de un cráneo que, de confirmarse que pertenece a Diego, serviría para corroborar que lo que contó su hermano es la pura verdad, y buscar a los responsables de esa muerte.

Alicia Duarte, medio hermana de los mellizos –los tres son hijos de la misma madre, ya fallecida– confirmó a Página/12 que el Centro de Antropología Forense de La Plata ya cuenta con los datos genéticos del padre de Diego, que fue encontrado luego de larga búsqueda en un pueblito de Formosa. Los estudios están en marcha y Alicia espera ansiosa el resultado. “La Justicia lleva ya muchos años dando vueltas con la causa y ya se cumplieron diez años sin confirmar qué fue lo que pasó con Diego; lo que nosotros creemos es que no hay una Justicia que se preocupe realmente por los pobres.”

Como una buena forma de reunir ayuda y fuerza para seguir luchando para saber lo que pasó, Alicia fundó hace unos años un centro cultural que lleva el nombre de su hermano Diego y que funciona en Costa Esperanza, un barrio de José León Suárez. Allí no sólo conserva vivo el recuerdo de su hermano, sino que también realiza actividades para ayudar a otros chicos que, como Diego y Federico, revuelven la basura para encontrar cosas que les sirvan para poder sobrevivir a las pobres condiciones en las que viven. Este fin de semana, en homenaje a Diego, se realizó un acto del que participaron, entre otros, Nora Cortiñas, de Madres Línea Fundadora, y el cacique Félix Díaz, líder de la comunidad qom de La Primavera, en Formosa. También estuvieron curas villeros y familiares de víctimas de la violencia institucional.

Los hechos que la familia de Duarte pide que se investiguen ocurrieron en la madrugada del 15 de marzo de 2004. “Lo que nosotros creemos es que mis dos hermanos fueron sorprendidos por policías de la Bonaerense que custodiaban el predio y que eran los mismos que andaban por el barrio y siempre perseguían a los chicos. Por temor, porque eso no pasaba en Formosa, ellos se escondieron entre unos cartones y Federico vio todo lo que le pasó a Diego.”

Lo que dijo el chico es que los policías los alumbraron con un reflector, ellos se escondieron y Federico escuchó, según afirma, que “uno de los policías le dijo al chofer del camión que les tirara la basura encima”, tal vez con el propósito de que salieran de su escondite. Federico pudo salir, Diego no. Dicen que Federico quedó shockeado por el recuerdo de ese alud de basura. Alicia le cree a Federico porque los policías “siempre jugaron con la necesidad de los chicos pobres que van allí todas las noches, para buscar entre los restos que desecha la gente que vive mejor que nosotros; lo que recogen ellos nos sirve para reciclar y vender”. Federico recién pudo contar lo que vio cerca de un mes después del episodio vivido.

“Federico reconoció a los policías y sospechamos lo que pudieron haber hecho para hacer desaparecer el cuerpo de Diego.” Alicia cree que si se avanza en el reconocimiento del cráneo y si pertenece a Diego “es posible que de una vez por todas se avance en la causa”. En el caso interviene el fiscal de San Martín Miguel Angel Gragnoli. Fuentes judiciales confirmaron que hay seis policías bajo sospecha, pero todavía no hay imputados. Confirmaron que, si se encuentra el cuerpo, la causa puede dar un vuelco importante. Por ahora, el único testigo es Federico.

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“Siempre jugaron con la necesidad de los chicos pobres”, dijo Alicia Duarte.
Imagen: Bernardino Avila
 
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