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Sin ser Tom Hanks, otro día con turistas varados en la Terminal

El caos de Ezeiza ayer dio paso a la mansa y tediosa espera. Los pilotos, los maleteros y Aerolíneas Argentinas se tiran la pelota. Historias de viajeros que esperan para poder viajar.

A Stelma, brasileña de 51 años, le parece “increíble que haya policías y ejército armado” en Ezeiza. Espera que llegue su turno de volar mientras dos camionetas y un micro atestado de federales y docenas de gendarmes custodian el “orden” en el aeropuerto, por si hay “caos” como el sábado pasado. Stelma se descalza y reposa, porque no pudo dormir “nada” en los sillones de alambre de la sala de partidas. Otros repiten la escena dormitando en changuitos portamaletas. Son la cara visible de otra jornada de demoras en el aeropuerto Ministro Pistarini, que ayer contagió a Aeroparque. En ambos, los vuelos de la mañana se cancelaron y algunas familias recién tomarán hoy el avión que esperan desde el sábado. Entremedio, algunos durmieron, almorzaron y cenaron en lugares pagados por Aerolíneas Argentinas. Los que no abandonan la esperanza se quedaron esperando una vacante. Pero en algo coincidieron: “Ultima vez que tomo Aerolíneas”.

La viñeta fue parte del quinto día de demoras y cancelaciones de vuelos de Aerolíneas Argentinas (AA). “Dijeron que había huelga de maleteros; después, que era de pilotos; y, al fin, que faltaba gente de atención al público”, le contó a Página/12 Lilian, de San Pablo, Brasil, que quiere volver tras un paseo por la Patagonia. Hasta tanto no salga su vuelo, vive en Ezeiza con su hija Vivian y su esposo Fernando, que debió volver a su puesto directivo en una empresa ayer. Anteanoche durmieron en un hotel que pagó AA. “Dieron a elegir hoteles de hasta 200 pesos por persona, y repartieron vouchers de almuerzo y cena por 25 pesos cada uno”, contó.

La “compensación” que entrega la empresa no palia otras necesidades: la de volver al trabajo, la de volver con los queridos, la de “volver”, a secas. Así como Fernando debía retornar a su puesto de gerente, Noah debía llegar a California para filmar una película. Es inglés y espera fuera del aeropuerto, torso descubierto y al sol, que salga su vuelo de American Airlines, que de rebote se demoró ocho horas. En un primitivo español del que al poco tiempo desiste, le confía a Página/12 que vino a Buenos Aires para ver a su coprotagonista, que “trabajó en Diario de motocicleta y Frida”. En California, lo esperaron más de la cuenta para empezar a filmar.

Si bien la mayoría de los pasajeros varados son extranjeros, hay muchos argentinos que esperan el reencuentro con los familiares que viven afuera, o que quieren, simplemente, disfrutar de sus vacaciones. Como Silvia, una rosarina de 54 años a la que se le hincharon las piernas de tanto caminar por el hall del aeropuerto. Debía salir a las 2 de la madrugada de ayer. Después, le dijeron que a las 11.45. Vaya uno a saber si finalmente viajó a las 2 de la madrugada de hoy. Entretanto, sus nietas, en Miami, esperan la visita de “la abu”. Con los vouchers se comió un bife con ensalada, al que le sobrevino una larga sobremesa, porque no había nada más que hacer. “Esto es terrorífico, me avergüenza que una empresa nacional tenga estos problemas y me duele saber que es nuestra y decir ‘nunca más’”, se queja.

Stelma, Lilian, Noah, Silvia son sólo cuatro de entre las cientos de personas varadas en Ezeiza, a las que ayer se sumaron otras tantas en Aeroparque. En el Pistarini hubo siete vuelos de Aerolíneas cancelados por la mañana, y demoras de hasta 17 horas por la tarde, en tanto que en el aeropuerto de Costanera Norte se cancelaron diez vuelos y otros siete tenían demoras de entre cuatro y diez horas. La compañía dijo que recién hoy podrá normalizar el esquema de vuelos, aunque “eso depende de la buena voluntad de los pilotos”, sostuvo un vocero. Pablo Biro, delegado de los pilotos, había informado a Página/12 el jueves pasado que “de ninguna manera hay medidas de fuerza y se llamó a los pilotos que estaban de vacaciones para sacar los vuelos atrasados”. Una respuesta similar dieron desde la Asociación del Personal Aeronáutico: “Ni los maleteros, ni atención al público ni los transportistas trabajan a reglamento ni están en huelga”.

Los gremios paran la pelota y se la devuelven a AA: “Avisamos que esto pasaría antes de la temporada. Aerolíneas vendió más pasajes de los que puede sacar, no invierte y no contrata”, denunciaron APA y APLA frente a Página/12.

Informe: Luis Paz.

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Dormir ya mimetizados con los pasillos, una de las fórmulas adoptadas para matar el tiempo.
 
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