Si bien lo que ahora los ocupa es el teatro, Delupi y Villarruel son –porque así se reconoce– fundamentalmente hombres de radio. El primero conduce Qué pretende usted de mí (lunes a viernes de 13 a 16 por Radio Universidad, en Córdoba) y La gran estafa (domingo a las 13 por AM750), y también participa de Detrás de los que vemos, el ciclo que conduce el segundo (también por AM750, de lunes a viernes de 12 a 14) junto a Bernarda Llorente. “Los argentinos somos gente de radio. Nos despertamos y la prendemos, subimos al auto y la prendemos. Nos acompaña permanentemente y más ahora, que se está apostando a ella con una gran creatividad”, sostiene Villarruel. “La radio no ha sido superada por ningún invento tecnológico, porque su capacidad de acompañar no te la da ningún otro medio. En los últimos tiempos, además, empezaron a aparecer productos que superan todo lo que la televisión había venido a plantear como novedoso desde la imagen, por eso la gente se empieza a enganchar cada vez más”, agrega Delupi. 

Para los humoristas y productores, parte del fenómeno de la radio se da justamente en contraposición a la tevé. “La televisión abierta está herida de muerte y se nota a simple vista en la pauta publicitaria, que migra a las redes sociales de un modo vertiginoso porque ahí están los consumidores. No hay modelo de subsistencia posible para la televisión, en cambio la radio se mantiene por la genialidad de su esencia, que no te exige pactos como el de sentarte y ver lo que otros programan para vos”, opina Delupi. “Para mí, la de la televisión no es una herida terminal ni irreversible, pero sí una profunda crisis de creatividad, que hace que esté donde está. La radio, en cambio, aprovecha esa creatividad, por eso hoy en día se está revalorizando cada vez más”, agrega Villarruel.