“Argentina mejoró las posiciones y calificaciones del Índice de Transparencia Internacional. Pasamos del puesto 106 al 85 en dos años. Es la primera vez que Argentina mejora 21 posiciones en dos años. Pero, tenemos que seguir trabajando”, señaló el presidente Mauricio Macri al inaugurar las sesiones ordinarias en el Congreso. La noticia no deja de sorprender en el marco de un gobierno signado por casos de corrupción como las sociedades offshore del propio presidente y otros funcionarios y allegados en el marco de los Panamá Papers “legalizadas” con un auto-blanqueo, el escándalo por el intento de auto-condonación de la deuda del grupo Macri con el Correo, el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, echando a su empleada doméstica que trabajaba en negro y cobraba como parte de la intervención en SOMU, la renuncia de Díaz Gilligan como subsecretario de la presidencia después que le encontraron más de un millón de dólares sin declarar en Andorra o las presuntas coimas recibidas por el jefe de la AFI que investiga la justicia brasileña, entre otras.

El “índice de transparencia internacional” al que aludió el presidente es en realidad el índice de percepción de corrupción, publicado por una ONG autodenominada Transparencia Internacional. La ONG que trabaja “por un mundo libre de corrupción” según indica su página web, es presidida por una abogada cordobesa entre cuyos antecedentes figura la presidencia de la ONG local Poder Ciudadano y ser parte de la administración del CEPPA, un centro de estudios investigado como presunta pantalla para triangular fondos desde el gobierno de la ciudad de Buenos Aires hacia la fundación PENSAR (semillero de cuadros técnicos del macrismo).

El índice de transparencia internacional donde Argentina escaló posiciones durante el macrismo, no es elaborado a partir de datos objetivos, sino a través de una “poco transparente” metodología. La misma consiste en el trabajo que hacen dos “investigadores en su casa” y dos “asesores académicos” a partir de la “opinión de hombres de negocios y expertos” previamente recopilada por otra serie de fundaciones y ONG. La “percepción de corrupción” en Argentina es elaborada por miembros de Poder Ciudadano, una ONG que recibe fondos de la CIA por intermedio de la Fundación Nación para la Democracia, y que antes dirigía la militante del PRO Laura Alonso, actual titular de la “Oficina Anticorrupción”. 

Recapitulando, el “índice de transparencia internacional” es elaborado por grupos cercanos al macrismo escondidos bajo el cartel de una serie de ONG, que dibujan un indicador manipulando una mejora en la lucha contra la corrupción durante la gestión Macri. Un caso que transparenta el funcionamiento local-internacional de ciertas ONG de prolífica producción de índices que sistemáticamente dan malas calificaciones a los gobiernos populares, y buenas a los liberales. Modernas herramientas para la construcción de parámetros de gestión aceptables de acuerdo a los intereses del establishment local e internacional.

@AndresAsiain