“Vamos a acusar a todos.” Con esa sentencia, el abogado Rodrigo Borda inició el alegato en el juicio por el encubrimiento y desvío de la investigación del ataque terrorista de 1994 en representación de los familiares de víctimas del atentado a la AMIA nucleados en la agrupación Memoria Activa. “Los responsables del encubrimiento son todos los imputados traídos a este juicio. Son los responsables de haber privado de justicia a las víctimas del atentado”, aseguró Borda en referencia a los acusados que enfrentan el último tramo del juicio oral, entre ellos el destituido juez Juan José Galeano, los ex fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia, el ex titular de la SIDE Hugo Anzorreguy, el ex comisario Jorge “Fino” Palacios, el ex titular de la DAIA Rubén Beraja y el ex presidente Carlos Menem.

El Tribunal Oral Federal (TOF) 2 juzga en esta causa dos hechos: por un lado, el pago al reducidor de autos Carlos Telleldín para que diera una pista falsa y, por otro, el abandono deliberado de la investigación sobre la denominada “pista siria” y la vinculación con el atentado de Alberto Kanoore Edul, quien tenía vínculos con la familia Menem.

En el mismo proceso también están sentados en el banquillo de los acusados los ex fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia, contra quienes la Unidad AMIA, dependiente del Ministerio de Justicia, no presentó cargos. El alegato de los representantes de la Unidad Especial de Investigación del Ministerio de Justicia estuvo envuelto en un escándalo con renuncias y reemplazos de abogados y un duro cruce entre el ministro Germán Garavano y los aliados políticos de Cambiemos Elisa Carrió y Mario Cimadevilla, ex titular de la ahora disuelta Unidad AMIA. En su alegato, el abogado de Memoria Activa subrayó los dichos del removido titular de la Unidad AMIA, quien acusó al ministro Garavano de haber solicitado, “por amiguismo”, que no se acusara a los ex fiscales. 

“Es gravísimo lo que denunció Cimadevilla”, sostuvo Borda, quien citó las declaraciones del dirigente radical en un reportaje radial durante el cual dijo: “En la unidad entendíamos que había que acusar, y el ministro creía que no. Como consecuencia de esta decisión, el hecho de no haber acusado, hace que el ministro tenga hoy denuncias penales en su contra”. La decisión del Ministerio de Justicia de no acusar a los ex fiscales fue denunciada por Carlos Telledín como un acto de encubrimiento y luego, también, por la querella de los policías bonaerenses falsamente acusados por el atentado. 

Borda enfatizó en su presentación que los acusados en este juicio no podrán escudarse en la falta de recursos para enfrentar la investigación del atentado a la AMIA ni en la inexperiencia, ya que no se los acusa “de negligentes o ineptos” sino de “actos dolosos realizados en forma deliberada”.

El abogado de Memoria Activa remarcó que las víctimas del atentado a la AMIA “son también víctimas de otra tragedia, la tragedia de la impunidad” y sostuvo que “la infame respuesta del Estado argentino (a las víctimas) fue una tragedia institucional”.

El alegato de la querella de Memoria Activa fue acompañado por el Centro de Estudios Legales y Sociales (Cels), cuyos principales referentes –Horacio Verbitsky y Gastón Chillier– participaron de la audiencia que se desarrollaba este mediodía en el subsuelo de los tribunales federales de Comodoro Py.