Sala de audiencias repleta. Segunda audiencia del juicio por el travesticidio de Diana Sacayán. Un empleado apaga el aire acondicionado. Una araña de bronce con decenas de tulipas alumbra pero no quita lo sombrío. Ingresan los abogados defensores, Lucas Tassara y Ramiro Rúa, ambos con corbata rosada. Otro empleado judicial entra con muchos cuerpos de expediente bajo el brazo y los coloca al costado del estrado de los jueces, sobre el piso. Tassara revisa a toda velocidad uno de esos libros cosidos a mano.

Silencio profundo. Dos penitenciarios ingresan con el acusado, Gabriel David Marino. Campera tejida color hilo, pelo revuelto, ojos rojos e hinchados. Le quitan las esposas. Un penitenciario con brazos cruzados (tubos de acero) se para detrás de Marino. Marino le pide agua a su defensor. Traen más cuerpos de expediente. En el estrado de la acusación y la defensa, están ubicados desde el comienzo el fiscal Ariel Yapur, Luciana Sánchez (por la querella, representa a Sasha Sacayán) y por el Inadi, Juan Kassargian y Andrea Avruj.

“De pie por favor”. Ingresan los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional Nº4, Adolfo Calvete, Ivana Bloch y Julio César Báez. Adolfo Calvete presidirá activamente el debate, con extrema amabilidad y cuidado. Ivana Bloch hará muchas preguntas aclaratorias a los testigos. Julio César Báez hará una sola pregunta, exacta. Un mecanismo de relojería analógico, con registro en video digital.

Breve debate entre Tassara y la acusación y la querella. Tassara pide que se suspenda la indagatoria de Marino. Dirime el tribunal. Los tres jueces juntan en triángulo sus cabezas. Marino aguarda la decisión con el rostro apoyado sobre sus puños. Los jueces no hacen lugar al planteo de la defensa y Marino tiene que ir hacia el banquillo de los acusados, flanqueado por un penitenciario con chaleco antibalas. Parado junto a la puerta, el experimentado sargento mayor Cañete de la Policía Federal controla que se lleve a cabo el protocolo en la sala y asiste al tribunal. Cañete tiene una botella de agua mineral apoyada sobre un saliente de madera. Casi no se puede respirar en la sala. 

Dice Marino: “Como no conozco todas las pruebas en mi contra, no sé qué voy a hacer”. 

Juez Calvete: ¿No va a contestar preguntas?

“No voy a contestar preguntas”.

Eso fue todo.

Sasha Sacayán, hermano de Diana, es el primer testigo. Pese a la oposición del defensor Tassara, Marino deberá escuchar con auriculares inalámbricos, en una sala contigua, el testimonio de Sasha. “Pedimos que no esté Marino, para que este testigo pueda declarar en libertad. Por la proximidad física y por el tipo de crimen, y al ser el hermano de la víctima y una persona trans”, argumenta la abogada Luciana Sánchez. Marino bosteza mientras Tassara aboga para que permanezca en la sala. Sale Marino. Ingresa Sasha Sacayán.

“Soy hermano de Diana Sacayán. Mi nombre es Sasha Joaquín Sacayán. A partir de que la matan a Diana, coordino el Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación (M.A.L.). Diana trabajó con la comunidad travesti y trans. Con ella compartí nuestra historia familiar y nuestra militancia en derechos humanos”. Sasha detalla el contexto social y familiar del que surgió Diana y la constitución del colectivo travesti y trans. A continuación los logros de Diana Sacayán: derogación de los artículos del Código de Faltas de la provincia de Buenos Aires que criminalizaban a las personas travestis y trans, la Ley de Identidad de Género y la Ley de Cupo Laboral Travesti y Trans en la provincia de Buenos Aires. “Nuestra lucha le devolvió 8 años de vida a nuestra comunidad”. Sasha detalla que en el libro La gesta del nombre propio se consigna un promedio de vida de 32 años para el colectivo travesti trans y, más adelante, en La revolución de las mariposas, el promedio se extendió a 35-40 años. También refiere el carácter de los crímenes de odio y el daño irreparable que el travesticidio de Diana ocasionó a la comunidad. El fallecimiento de cinco compañeras por el daño en el ánimo que implicó sobrellevar la muerte de Diana. 

El juez Julio César Báez le pregunta a Sasha Sacayán: “¿No pudieron reemplazarla a Diana?”

Sasha: A Diana le costó 20 años constituirse como referente de los derechos humanos. Si una persona travesti trans tiene un promedio de vida de 35-40 años, es difícil.

Baéz reitera la pregunta.

Sasha: No, no pudimos reemplazar a Diana.

La audiencia comenzó a las 11 y la exposición de Sasha se extendió las 13.55, cuando se hizo un intervalo de 5 minutos.

A continuación declararon el subcomisario inspector Martín Maldonado (jefe de Judiciales de la comisaría 38ª al momento del hecho), Lin Pao (propietarix del departamento donde asesinaron a Diana, militante transfeminista), Leonardo Vázquez (vigilador del edificio, que vio dos veces a David Marino en compañía de Diana), el comisario Ricardo Juri (ex jefe operativo de la División Homicidios de la Policía Federal, quien siguió los rastreos telefónicos y coordinó allanamientos), Belén Rossi (vecina y ex compañera de colegio de Marino, testigo del allanamiento al domicilio del acusado), Atilio Andrés Ameztoy Pallaro (novio de Belén Rossi y testigo del allanamiento), Denis Riveros (testigo convocado por la policía al departamento de Diana), Jean Paul Delacroix (igual situación que Riveros). 

Cuarto intermedio hasta el lunes 26, a las 9.30. 

El activismo/militancia lgbti y feminista y movimientos sociales y partidos políticos acompañaron la audiencia desde Plaza Lavalle, con una radio abierta y diversas intervenciones. l