El macrismo quiere hacer entrar a un juez por la ventana y está muy cerca de lograrlo. Apuesta, además, a un lugar clave: el Juzgado Federal electoral de La Plata, que está vacante. A pesar de que hay un concurso en marcha para ocupar ese cargo, la Comisión de Selección del Consejo de la Magistratura aprobó el traslado definitivo de Juan Manuel Culotta, que es de otra jurisdicción (Tres de Febrero) y carece de la misma competencia. La Cámara Nacional Electoral fue consultada y rechazó la designación porque, dijo, no concursó para ser juez en cuestiones electorales. La Cámara Federal de La Plata hizo un informe dividido y trasladó la decisión al cuerpo. También lo cuestionó Abuelas de Plaza de Mayo. Los consejeros tuvieron una discusión encendida, pero el primer paso para el nombramiento prosperó, aunque falta que vote el plenario.  

La principal relación de Culotta en el mundo judicial que lo acerca a la Casa Rosada es Alejandro Pérez Chada, abogado desde hace años de Mauricio Macri en algunos de sus problemas como funcionario público y como presidente de Boca (además de abogado de Clarín). Juan Pablo Clusellas, amigo de la infancia del Presidente y su actual secretario legal y técnico, alienta la mudanza a La Plata de Culotta, otro egresado del mismo colegio que ellos, el Cardenal Newman. El oficialismo del Consejo se está ocupando de instrumentarla.

El juzgado de la Plata con competencia electoral, que es el que vela por la transparencia en los comicios, controla cuestiones atinentes a la fundación y a la evolución patrimonial de los partidos y resuelve disputas político electorales judicializadas, quedó vacante en septiembre de 2014 cuando falleció su titular, Manuel Blanco. Desde entonces es territorio de enormes disputas. Fue subrogado por un secretario, Laureano Durán, cuestionado por la oposición al kirchnerismo. Este año había sido nombrada como subrogante la jueza federal electoral porteña María Servini de Cubría. A ella le llega por transitividad, la furia de algunos consejeros con su hijo, Juan Cubría, administrador general del Poder Judicial, que hizo denuncias por irregularidades en la contratación de servicios informáticos.

El traslado fue pedido por el propio Culotta en una carta en la que dice que tiene “interés en un crecimiento profesional teniendo en cuenta que se trata de un juzgado con mayor jurisdicción territorial, donde tramitan causas complejas, en especial aquellas vinculadas con delitos de lesa humanidad, a lo que se suma su competencia en materia electoral”. La nota presentada ayer por Abuelas de Plaza de Mayo le recuerda al Consejo que fue denunciado por la entidad por obstaculizar (como subrogante junto con jueces de la Cámara de San Martín) una causa contra el ex secretario del Ejército, Eduardo Alfonso, quien había sido procesado por su participación en un operativo durante la última dictadura que terminó en un asesinato y el secuestro de una mujer embarazada cuya hija fue apropiada. Abuelas sostiene que Culotta no puede intervenir en expedientes de lesa humanidad donde la entidad es parte, que son muchas y enormes. Lo que, además, abriría un interrogante sobre su interés por estos expedientes. La entidad reclamó que se haga el concurso con consulta pública como prevé la ley.

El Consejo había enviado una consulta a la Cámara Federal de la Plata y otra a la Cámara Electoral. Esta última respondió que Culotta no puede ser juez electoral porque no concursó para esa competencia, y recordó que desde hace tiempo ese tribunal reclama al Consejo la creación de un juzgado en La Plata con competencia electoral exclusiva. 

La discusión en la Comisión de Selección fue levantando temperatura. El oficialismo defendía el traslado pero no daba argumentos para sostenerlo. Entre los opositores, Rodolfo Tailadhe (Frente para la Victoria) los acusó de querer apropiarse del juzgado haciendo lo que le endilgan a la oposición. Gabriela Vázquez, camarista laboral, señaló que se incumplía el reglamento: Culotta pertenece a otra jurisdicción, no tiene competencia electoral y ya está convocado el concurso y constituido el jurado. Recordó que en otros casos, como el de jueces civiles de San Justo que pidieron ir a la Ciudad de Buenos Aires, les dijeron que no por no compartir jurisdicción. Votaron a favor de Culotta el diputado Gustavo Valdés (UCR), el diputado Pablo Tonelli (PRO), el juez Leónidas Moldes y el representante del Poder Ejecutivo Juan Mahiques. Se abstuvieron el juez Luis María Cabral y el académico Jorge Candis. La postulación no entró en el plenario que se hizo ayer. Si no hay plenario extraordinario la semana que viene, pasaría para la otra.

Culotta tuvo a cargo la investigación sobre narcotráfico y otros negocios que implicaba a Pedro Tomás Viale, el espía conocido como “El Lauchón”, y ordenó el allanamiento donde –el agente, que era cercano a Antonio Stiuso– terminó muerto entre disparos del Grupo Halcón.