Con una menor actividad en el mercado, el dólar se mantuvo ayer en 20,45 pesos y el Banco Central no intervino en la jornada. Es la primera vez, tras diez días consecutivos de intervención en la plaza cambiaria, que la entidad no debió sacrificar reservas para evitar que se escape el precio de la divisa. En esa seguidilla el Central había vendido 1500 millones de dólares, mientras que en el total de marzo acumuló ventas por más de 2000 millones. En el mayorista, donde compran bancos y empresas y venden mayormente los agroexportadores, el billete verde subió tres centavos hasta los 20,20 pesos. El equipo económico aguarda por una aceleración en el ritmo de ventas de este sector, pero la oferta es rehén de las flexibilizaciones que el Gobierno dispuso para la liquidación de divisas en el mercado local. A esto se suman los problemas climáticos que retrajeron la expectativa de exportaciones de la actual cosecha y la presión de productores y exportadores de soja para que el Ejecutivo acelere la rebaja de retenciones para esa producción, prevista a razón de 0,5 por ciento mensual hasta fin de año.

Según cifras de la Cámara de la Industria Aceitera Argentina (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), ingresaron al país divisas por 1423 millones de dólares durante marzo, lo que representó una caída de 14,9 por ciento interanual. Esta disminución obedece a los factores mencionados más arriba, entre los cuales la retención de cosecha a la espera de una suba del dólar y un adelantamiento de la baja de retenciones figuran en primer lugar. Las reservas del Central, en tanto, finalizaron en 61.525 millones de dólares, con un retroceso de 201 millones. 

Luego de que diera vía libre a una devaluación del peso contra el dólar durante los primeros dos meses del año, el Central sólo pudo contener una corrida hacia la divisa estadounidense interviniendo con abultadas ventas de reservas. La única esperanza oficial se había enfocado en el ingreso por parte de los exportadores aceiteros y cerealeros con el inicio de liquidación de la cosecha de soja de este año. Sin embargo, el ritmo de ventas no llega a compensar la creciente demanda de dólares. El agro desembolsó en marzo un 3,2 por ciento más que en febrero, pero el primer trimestre (4680,8 millones de dólares) fue un 2,9 por ciento por debajo de igual lapso de 2017.

Como viene sucediendo desde comienzos de año, durante la jornada de ayer volvió a notarse ese faltante. Pero una demanda menos intensa permitió que no haya fuertes oscilaciones en el precio. En la rueda se negociaron apenas 458 millones de dólares en el mayorista, lo que representó una caída de 52 por ciento respecto del promedio de los últimos días. En las primeras transacciones la demanda estuvo contenida y el precio en el mayorista se mantenía en 20,18 pesos, pero luego los pedidos se fueron incrementando y ese valor se corrigió hasta los 20,20 con que terminó la jornada. 

En el mercado paralelo, el denominado dólar blue subió seis centavos a 20,82 pesos, mientras que el contado con liquidación, cuyo precio surge de la compraventa de bonos o acciones para pasar pesos a dólares, se pactó a 20,18 pesos y un descenso de dos centavos. En futuros, las apuestas a fin de mes lo ubicaron en 20,51 pesos, mientras que noviembre (plazo más largo operado) fue de 22,86.

En la Bolsa porteña, donde hubo movimiento de empresas para una nueva conformación del índice, el MerVal inició la semana con un leve ascenso de 0,7 por ciento. La mejora estuvo apuntalada por el desempeño de firmas del sector gasífero, que recibirán el beneficio de un nuevo tarifazo en el servicio. Las mayores alzas fueron para los papeles de Distribuidora de Gas Cuyana (5,3 por ciento), Transportadora de Gas del Sur (4,6) y BYMA (4,1). En negativo finalizaron Cablevisión (-3,0 por ciento), Central Puerto (-2,7) y Telecom Argentina (-2,7). En títulos públicos, las emisiones en dólares más negociadas (que cotizan en pesos) operaron con mayoría de bajas.