Desocupados, comerciantes que bajaron las persianas y pequeños productores también afectados por la crisis visibilizaron frente al Congreso una situación que resurgió tras las políticas de ajuste de Cambiemos en lo profundo de los barrios del Conurbano: el regreso del trueque. No son los únicos. Al menos 5 mil personas desfilarán durante todo el día en 60 puntos de la provincia de Buenos Aires por los puestos que ofrecerán un variopinto de alimentos y bienes de consumo bajo esa modalidad de subsistencia.

La decisión de aglutinar a personas que trocan desde hace tiempo fue de la organización Barrios de Pie, luego de haber realizado un relevamiento a través del cual detectó que, al margen de los que ya existían, se registraron al menos 245 puntos nuevos. “En total, hay aproximadamente mil lugares de intercambio de productos de distinto tipo”, indicó a Página/12 el coordinador nacional de esa organización, Daniel Menéndez.

Bernardino Ávila

“Convocamos a todos con la intención de mostrar una cara más de la situación de pobreza que se vive”, agregó el dirigente. Y el hecho de que se instalara "el truecazo frente al Congreso" tiene que ver con “plantearle a los legisladores la necesidad de que se discuta una agenda social y una ley de emergencia alimentaria” que le dé una tregua a los sectores más vulnerables. También, subrayó, “es una respuesta al índice de pobreza” oficial, que la semana pasada registró una supuesta baja de esa problemática.

Se estima que serán al menos 5 mil las personas que durante toda la jornada desfilarán por los 60 puestos en toda la zona metropolitana. Estarán en plazas céntricas, estaciones de trenes, espacios abiertos y comunitarios de las localidades de Presidente Perón, La Matanza, La Plata, Berisso, San Miguel y Ezeiza. También en Avellaneda, Quilmes, Lomas de Zamora y Esteban Echeverría, entre otras.

Si bien en el Conurbano “hay un empobrecimiento parejo”, los centros de trueque que funcionan en la actualidad no están instalados necesariamente en los barrios más pobres. “La participación es masiva en un marco muy extendido y parejo”, puntualizó Menéndez.

El trueque es una modalidad de comercialización en períodos de estabilidad, pero de subsistencia en tiempos de crisis. De hecho, la imagen de miles de personas intercambiando bienes y alimentos es una de las fotografías de las consecuencias de las políticas neoliberales que produjeron el estallido de 2001.

La diferencia de esas redes de trueque con las de ahora son varias pero, según Menéndez, sobresalen dos. Una de ellas es que “antes era masivo y tenía un esquema organizacional con papeles”, la virtual moneda denominada Crédito. “Ahora es más artesanal, solo hay intercambio de productos.”

La otra diferencia es que en la actualidad las personas se articulan más rápido a través de las redes sociales. “Es algo genuino que muestra que con la asistencia del Estado a través de las asignaciones universales o subsidios, no alcanza”, agregó. “Es un termómetro de la crisis económica que afecta a las familias humildes.”

Los asistentes “son personas que no tienen trabajo, a las que se les cayeron hasta las changuitas que hacían para tener un ingreso”, describió el coordinador de Barrios de Pie. “Ofrecen sus pertenencias, intercambian lo que tienen. Esto da cuenta de una realidad de pobreza estructural que echa por tierra cualquier mirada que plantee, a través de los índices, que hubo una recomposición de la pobreza”, explicó.

La alerta que despierta esta situación es que “el trueque no es un fenómeno, sino una modalidad que ya está extendida pero invisibilizada por los grandes medios de comunicación por tratarse de un esquema de supervivencia, consecuencia de las medidas económicas” que toma el gobierno de Mauricio Macri, consideró el dirigente.

Eso sí, evaluó, el regreso del trueque “no quiere decir que se esté reactivando la economía, sino que el crecimiento económico no está llegando a los sectores más humildes”.