Un hombre embistió ayer con una camioneta a clientes de un restaurante de la ciudad alemana de Münster y después se suicidó, dejando un saldo de tres muertos y 20 heridos, seis de ellos de gravedad.

El autor del hecho era un ciudadano alemán, comunicó el ministro del Interior del estado federado de Renania del Norte-Westfalia, Herbert Reul, y no un refugiado, como se rumoreó tras conocerse la noticia. Asimismo dijo que nada indica hasta ahora que se trate de un atentado islamista, pero no quiso especular sobre los motivos del incidente. En un primer momento, muchos temieron que se tratase de un atentado terrorista como el que acabó con la vida de 12 personas en un mercado navideño en diciembre de 2016, cuya autoría reclamó el autodenominado Estado Islámico.

El incidente se produjo en horas de la tarde, cuando una furgoneta se subió a un concurrido jardín cervecero en el casco antiguo de la ciudad universitaria de Münster, llevándose por delante a los clientes que disfrutaban de una tarde soleada. Dos personas murieron y otras 20 resultaron heridas. Seis están graves y varias se debaten entre la vida y la muerte. El responsable del atropello ocurrido en la terraza del famoso restaurante Kiepenkerl se quitó la vida después del incidente con un disparo en el interior del vehículo. El autor del hecho padecía posiblemente trastornos mentales y habría actuado en solitario.

Varios medios coinciden en señalar que el hombre tenía 48 años y que estaba domiciliado en la ciudad. Según indicó la televisora de noticias NTV, era conocido por la Policía por actividades delictivas y relacionadas con drogas. Según el diario alemán Süddeutsche Zeitung, el hombre nació en 1969 y había empezado a llamar la atención de las autoridades por trastornos psicológicos en 2014 y 2016. Aunque esta información no ha podido ser confirmada de manera oficial, un alto oficial de seguridad alemán informó que los investigadores creen que el atacante era el hombre, en cuyo nombre estaba registrada la camioneta, quien recientemente había intentado quitarse la vida.

Al cierre de esta edición, todavía no se conocía el móvil que suscitó el ataque. “El móvil que llevó al hecho todavía es poco claro y estamos investigando en todas las direcciones”, dijo Andreas Bode, un portavoz de la policía de Münster.

El restaurante Kiepenkerl es un lugar popular entre los locales y turistas en el casco antiguo de esta ciudad de 310.000 habitantes conocida por su universidad, la sexta mayor del país, con 55.000 estudiantes. Es habitual que su terraza esté muy concurrida cuando hace buen tiempo, como fue el caso de ayer, uno de los primeros sábados soleados de la primavera boreal. “Escuché un ruido fuerte y de repente todos empezaron a gritar”, dijo un testigo, Steffen Simonsen, a la cadena alemana ARD. “Todos comenzaron a correr hacia la plaza y, alrededor de un minuto después, llegó un patrullero.”

Las fuerzas policiales encontraron un objeto sospechoso en el interior de la furgoneta y acordonaron la zona. También registraron el departamento del autor del hecho. Poco después de conocerse la noticia, las autoridades pidieron a través de la red social Twitter no caer en especulaciones y no acercarse al centro de la ciudad. “Por favor, no difundan rumores a través de Twitter y Facebook”, urgieron a la población. La Policía calificó de especulación la posible existencia de otros dos implicados en el atropello que se podrían haber dado a la fuga y señaló que esto no es seguro y que debe aún ser verificado. “Por favor, no difundan especulaciones”, insistieron. “La propagación de rumores no nos ayuda”.

El Gobierno alemán transmitió su pésame a los familiares de las víctimas. “A la luz del horrible incidente en Münster, estoy profundamente conmoncionada. Se esta haciendo todo lo posible para investigar el hecho y respaldar a las víctimas y a sus familias.”, afirmó la canciller Angela Merkel. El presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, por su parte, señaló: “En estas horas acompaño en el sentimiento a las víctimas y a sus familias”.

También llegaron expresiones de solidaridad de fuera de Alemania. Elministro de Justicia español, Rafael Catalá, envió un mensaje de apoyo del gobierno en Madrid. “Toda nuestra solidaridad, nuestro apoyo al pueblo alemán y a la familia de las víctimas”, dijo a periodistas en una convención de su partido en Sevilla. “Y nuestro compromiso con la lucha contra el terrorismo en Europa y en España”, agregó en una primera reacción cuando se barajaba la posibilidad de un atentado yihadista.

“Francia comparte el sufrimiento de Alemania”, expresó en la red social Twitter el presidente francés, Emmanuel Macron. El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, también dio su pésame y se mostró consternado. “Lloramos junto con #Muenster”, dijo en un tweet.

Asimismo, el líder independentista catalán Carles Puigdemont, que espera en Berlín que un tribunal decida sobre un pedido de entrega de España, dijo estar profundamente afectado por el grave incidente en Münster. “Mis condolencias y mi solidaridad para los ciudadanos alemanes, los representantes locales y el Gobierno federal”, comunicó a través de su cuenta de Twitter.