La Comisión Directiva de Newell's llevó su crisis de gestión a una fase crítica. El secretario José Menchón presentó su renuncia, acompañando así la del vocal José Luis Conde. El club quedó a dos dimisiones de dirigentes para caer en acefalía debido a que dos vocales no residen en la ciudad y por lo tanto no forman parte de las reuniones de Comisión Directiva. En el parque Independencia reina la incertidumbre sobre el futuro inmediato de la entidad por las peleas intestinas que animan el presidente Eduardo Bermúdez ante el resto de la directiva. La oposición, a su vez, denunció por "administración fraudulenta" a las autoridades rojinegras por los negocios financieros realizados el año pasado con toma de préstamos por más de $40 millones.

Eduardo Bermúdez dijo que iba a renunciar después de la asamblea del 28 de marzo pero se retractó luego de reunirse con el juez Hernán Bellizia. Sin embargo, quienes dieron un paso al costado fueron el vocal José Luis Conde, luego de visitar al magistrado en su despacho, y ayer lo hizo el secretario José Menchón. Si bien los actuales dirigentes entienden que las renuncias deben ser tratadas en reunión de Comisión Directiva ‑así lo hicieron saber en un comunicado institucional por la situación de Conde‑‑, las dimisiones no necesitan de ninguna autorización y cuando se presentan son irreversibles.

Menchón animó con Bermúdez una pelea pública de ribetes quijotescos el pasado mes de enero, al punto de declarar el ex secretario en medios de Buenos Aires que "en Newell's se va a saber quién manda", en referencia a un pedido de renuncia que la dirigencia le hizo al presidente. La Comisión Directiva de Newell's, como cuerpo deliberativo y de gestión, no existe. No hay debate en las pocas reuniones, a las que Bermúdez no asiste, y tampoco los vocales Walter Newell y Ricardo Ansaldi, quienes residen en el interior. El club le pagó a este último el viaje en micro desde Córdoba -donde reside- para una reunión de Comisión Directiva a la que asistió Bellizia y así se montó una pantomima ante el juez como si hubiera reuniones tal como exige el estatuto.

La salida de Menchón debilita al máximo a Bermúdez y ya se evalúan opciones para salir de la crisis institucional. El directivo más aferrado a su cargo es el vicepresidente Cristian D'Amico. Bermúdez ya hizo saber que está dispuesto a renunciar si se garantizan elecciones anticipadas, pero para eso lo deben acompañar, al menos, otros dos dirigentes. Lo que le importa al presidente es no dejar la entidad en manos del resto de las autoridades. Bermúdez ya sabe que cuenta con la renuncia del pro tesorero Juan José Concina. Pero con eso no le alcanza para devolverle el club al juez del Fideicomiso, y por aquí pasarán las negociaciones en los próximos días.

Si bien la acefalía volvería a llevar al club a organizar elecciones anticipadas, los dirigentes mantendrán su responsabilidad respecto de los préstamos que tomaron el año pasado por más de 40 millones de pesos en mutuos. El juez prohibió a los dirigentes devolver dinero por estas supuestas operaciones financieras pero la agrupación opositora ADN Leproso presentó una denuncia por "administración fraudulenta" contra los dirigentes ante la fiscalía de Delitos Económicos y Complejos del Ministerio de la Acusación. La misma es patrocinada por Walter Calenta y facilita como pruebas el análisis de la auditoría a cargo del contador Guillermo Azum, como así también las propias explicaciones de que Azum entregó a los socios en la pasada asamblea del 28 de marzo. Los socios no saben cuánto dinero recibió la entidad, cuánto devolvió (ver edición del pasado 2 de marzo) y bajo qué condiciones fue realizada cada una de esas transacciones.