Rusia condenó las operaciones militares ejecutadas por Estados Unidos en conjunto con Francia y Reino Unido la madrugada de ayer contra objetivos en Siria. A pesar de que el Kremlin calificó los ataques de la coalición occidental como una violación a un estado soberano, el presidente estadounidense, Donald Trump, cantó victoria. 

“Rusia condena duramente el ataque a Siria, donde militares rusos ayudan al gobierno legítimo a luchar contra el terrorismo”, declaró el presidente ruso, Vladimir Putin, en un comunicado divulgado por el Kremlin. “Los ataques occidentales, realizados sin el aval del Consejo de Seguridad de la ONU, en violación de la Carta de Naciones Unidas, de las normas y principios del derecho internacional, constituyen un acto de agresión contra un estado soberano”, sentenció el mandatario, quien solicitó una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para discutir los ataques. Horas antes, la coalición de países occidentales había bombardeado objetivos específicos en Damasco, la capital de Siria, y en la provincia de Homs, en el centro del país. Los bombardeos se llevaron a cabo en represalia por el presunto ataque con armas químicas lanzado el 7 de abril contra la ciudad siria de Duma, del que los tres países acusan al gobierno del presidente Bashar al Assad.

Horas después del ataque, el gobierno del presidente sirio, Bashar al Assad, divulgó un video en el que se muestra al mandatario llegando tranquilamente a trabajar, vestido con traje y llevando un maletín, al palacio presidencial. Se desconoce cuándo fue grabado el audiovisual, pero la actitud que denota se condice con la calma con la que se expresó tras los bombardeos: “Esta agresión sólo refuerza la determinación de Siria de seguir luchando y aplastando al terrorismo”, aseguró al Asad en una entrevista telefónica con su par iraní Hasan Rohani, según la presidencia siria. 

Otros de los actores centrales del conflicto, la oposición política al gobierno sirio, pidió a Estados Unidos que expanda su ofensiva contra todas las posiciones gubernamentales sirias hasta el derrocamiento del presidente Bashar al Asad. El líder de la Coalición Nacional Siria (Cnfros), Abderrahman Mustafa, opinó que la ampliación de la operación castrense puede obligar a las autoridades sirias a comprometerse con un proceso político que cumpla con las resoluciones internacionales, que son la base para una solución política al conflicto sirio. La Cnfros es la principal alianza política de la oposición siria. Tiene sede en Turquía y recibe el apoyo de Washington. Del otro lado, para el dirigente de la facción el Ejército de la Victoria, Abdel Muin al Masri, cuyo grupo forma parte del Ejército Libre Sirio, la ofensiva occidental supone solo un aumento de la destrucción de Siria. “El motivo del conflicto sirio es Bashar al Asad y el bombardeo no ha solucionado el problema de Siria”, opinó.

Durante la reunión en el Consejo de Seguridad de la ONU, el embajador ruso ante Naciones Unidas, Vitali Churkin, lanzó un duro ataque en el Consejo contra Estados Unidos, calificando los bombardeos como una acción agresiva de Washington y sus aliados. “Estados Unidos está empeorando aún más una situación humanitaria de por sí catastrófica” afirmó Churkin y acusó a Washington de desestabilizar con su escalada a todo Medio Oriente. 

Por su parte, en la acalorada reunión en el Consejo, la embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Nikki Haley, defendió a ultranza los ataques y los calificó como legítimos y adecuados. La diplomática incluso fue más lejos y aseguró que su país está listo para golpear una vez más a Siria si se verifica un nuevo uso de armas químicas. “Si el régimen sirio usa sus gases venenosos nuevamente, Estados Unidos está cargado y engatillado”, advirtió Haley y dijo que había conversado ayer con el presidente Donald Trump, quien le reforzó la decisión de no permitir que Siria utilice armas químicas, como supuestamente fue el caso el sábado en Duma. “Cuando nuestro presidente traza una ‘línea roja’, nuestro presidente la aplica”, dijo la representante estadounidense en clara referencia y crítica al ex presidente Barack Obama, quien había utilizado la misma expresión en 2013, pero que finalmente no bombardeó el país árabe. “Un ataque perfectamente ejecutado anoche. Gracias a Francia y al Reino Unido por su sabiduría y el poder de sus excelentes militares. No podríamos haber tenido un mejor resultado. ¡Misión cumplida!”, había tuiteado Trump ayer en horas de la mañana.  

Cuando llegó el turno del embajador sirio, Bashar Jaafari, de intervenir en el Consejo, indicó en tanto que uno de los edificios atacados fue visitado dos veces el año pasado por inspectores y que no se habían detectado armas químicas. “Si los expertos de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) nos enviaron un documento oficial el año pasado en el que se decía y se daba testimonio de que el centro no se utilizaba para una actividad que pudiera contravenir nuestras obligaciones en el marco de la OPAQ, ¿cómo se puede conciliar esto con las acusaciones que se han presentado?”, se preguntó Jaafari. Además, el diplomático se permitió una chicana a la coalición occidental: “Mis homólogos de Francia, Estados Unidos y el Reino Unido decían que han bombardeado centros de producción de sustancias químicas en Siria. Si los Gobiernos de estos tres países conocían la ubicación de los centros de producción que según ellos han bombardeado, ¿por qué no compartieron esta información con la OPAQ?”

En cuanto a los bombardeos, Washington indicó que los ataques Occidentales fueron contra tres blancos: uno cerca de Damasco y dos en la provincia de Homs. “En las afueras de Damasco, atacaron un centro de investigación, de desarrollo, de producción y de pruebas de tecnología química y biológica”, explicó el jefe del estado mayor estadounidense, el general Joe Dunford.  Por su parte, la agencia oficial siria SANA, especificó que un centro de investigaciones en el barrio de Barze, en el límite noreste de Damasco, fue blanco de misiles que provocaron la destrucción de un centro de formación y de laboratorios científicos.

En la provincia de Homs, atacaron un depósito de armas químicas, según afirmó el general Dunford. “Estimamos que era allí donde se encontraba principalmente el gas sarín sirio y los primeros equipos de producción”, agregó. “El tercer blanco (situado cerca del segundo) fue un depósito para equipamientos de armas químicas y un importante puesto de comando”, añadió.  Los británicos, por su parte, detallaron que su objetivo fue un complejo militar donde el régimen supuestamente conservaba armas químicas, a 24 kilómetros al oeste de la ciudad de Homs. Los ataques destruyeron, según dijo el jefe de la diplomacia francesa Jean-Yves Le Drian, una buena parte del arsenal químico del gobierno sirio.

Said Said, un ingeniero del laboratorio del barrio de Barze que se acercó al alba al lugar del destruido edificio, aseguró que allí no se producía ningún arma química. “Si hubiese armas químicas no estaríamos aquí. Estoy acá desde las 5.30 horas y estoy bien, no estoy tosiendo”, dijo Said durante una visita de prensa organizada por el ministerio de Información sirio. “Trabajábamos sobre investigación y desarrollo en la producción farmacéutica y la industria química civil”, sostuvo. Entre los productos sobre los que se hacían ensayos, se encontraban alimentos, medicamentos, juguetes para niños y antídotos para el veneno de serpientes y escorpiones, según especificó Said, responsable del departamento especializado en pintura y plástico.