A un mes de los asesinatos de Marielle Franco y el chofer Anderson Pedro Gomes, la comunidad brasileña junto a organismos de DDHH, organizaciones afro, villeras y lgbti, movimientos políticos locales se sumaron a la movilización global “Amanhecer por Marielle e Anderson” para gritar “basta de racismo y odio en América Latina”. 

El pasado sábado el Parque de la Memoria fue el sitio elegido por el Colectivo Passarinho, grupo de brasilerxs residentes en Argentina, en defensa de la democracia en Brasil. Convocaron a diferentes organizaciones para exigir justicia y mantener vivas las utopías que representaba Marielle. Según Andressa de Passarinho, “esta acción también era ocasión de pedir libertad para Lula, denunciar el proceso autoritario y fascista que hay en Brasil, con el intento de eliminar adversarios políticos mediante la judicialización de la política”. Al mismo tiempo celebrar la “política con afecto sin perder la radicalidad de la lucha”. Una manera de construir agenda, sin perder la radicalidad, sin perder de vista al otro, su cuidado. La historia de vida de Marielle expresaba un tránsito fluido entre esas múltiples identidades en tanto que mujer, negra, favelada, bisexual, tenía una capacidad especial para comprender esos cruces en su actividad política cotidiana.

La propuesta fue cultural: compartirse cantando, bailando, recitando poesía. Arrancó el bailarín afro, Valdir Silva, quien señaló el inmenso problema de racismo en Brasil. Continuó con una reflexión esperanzadora “Con Lula conseguimos que las personas vuelvan a salir a la calle, pero no para sambar o tomar cerveza. La sensación es que la conciencia vuelve a despertar”. Posteriormente fue el turno de Bel Baroni, poeta y cantautora lesbiana, quien interpretó sus textos y nos emocionó con su “Sapateia, sapatão”, elogio a la existencia lesbiana. 

Las banderas brasileñas del orgullo y otras flameaban con fuerza: “Eu sou porque nós somos Marielle Presente”. Lxs Serigrafistas Queer dijeron presente: pintaron una bandera fucsia furioso “Les, bi, as bichas, as trans e as sapatão contra el golpe, con Marielle”, además de afiches serigrafiados que poblaron las paredes “Será com as mulheres o não será”, “Não Temer o Medo (qual afeto nos governa)”. 

Según Andressa “Marielle expresaba una suma de muchas luchas, una transversalización de distintas agendas que encarnaba.” Y en ese sentido su colectivo convocó a diversas organizaciones lgbti locales a participar. Agustina Noceti de la Asamblea Lésbica Permanente comentó que “nos convocó la injusticia de su asesinato, pero también la detención de Lula y la intervención militar de Río de Janeiro. Un proceso similar que estamos viviendo en Argentina y en América Latina, de giro a la derecha que viene hace un par de años y se está recrudeciendo. Y la población que afecta principalmente es la más vulnerada: favelados y faveladas y afrodescendientes, a quienes ella representaba. Además, se identificaba como bisexual y eso fue invisibilizado por los medios de comunicación. En estos contextos de tanta represión y odio, militar desde la identidad pareciera que nos queda corto porque no alcanzamos a cubrir todo lo que nos pasa. No estamos acá solo porque Marielle era bisexual, sino porque también era militante por los derechos humanos, favelada, negra.”

También estuvo presente la Asamblea de Maricas y Bisexuales en la Columna Orgullo en Lucha quienes sostuvieron que “como maricas también nos preocupa lo que está pasando en Brasil, y su democracia, es un momento crítico en la región. Tenemos una posición crítica ante las políticas de integración neoliberal con la “Columna Orgullo en Lucha”, esta política de integración al mercado gay. Nuestra pertenencia a un grupo sexual no nos define exclusivamente, hay que entenderlo con una perspectiva de clase. Nos interpela no solo el activismo por la diversidad sexual de Marielle, sino esta imbricación de luchas que hacemos propia.” 

A su vez Pabli Balcazar agregó “La lucha no es identitaria, no se queda en el orgullo. Nuestros deseos son protesta, nuestros deseos son políticos. Y en ese sentido, nuestra lucha se cruza, no podemos hablar solo de nuestra mariquitez sin hablar de una lucha política y sin tener vínculos con otras organizaciones”. 

Ante la propagación de discursos de odio, semillas del fascismo en sus diferentes expresiones, racista, machista, homolesbotransbi-odiante en Brasil, la región latinoamericana y el mundo, trascender la política identitaria para tejer una “política con afecto” se torna tarea urgente y recuperar la memoria histórica del movimiento lgbti impostergable.