Llegaron desde Florencio Varela, Berazategui, La Plata, Zárate, Escobar, y se instalaron en la plaza Congreso. Son los quinteros, identificados con remeras, gorras o pañuelos verdes con el logo de la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) y un reclamo unánime: que se facilite el acceso a la tierra. Ayer hicieron un verdurazo, hoy harán otro. En el medio, un acampe, una radio abierta, muchas ganas de explicar, a pesar de la timidez. Yanet, de 32 años, tiene cuatro hijos chicos. Es viuda. Contó que ella es “medianera, repartimos mitad y mitad con el dueño lo que se saca por las verduras. Yo cultivo y cosecho. El patrón lo lleva al Mercado Central y ahí lo vende. Yo no tengo forma de controlar si lo que me da es lo que me tiene que dar, no sé a cuánto vende él”. Nelly, que también cultiva “de todo, según la época son verduras de hoja, como ahora, acelga, espinaca, repollo, y también berenjenas, tomates”, dice que ella ahora está “mejor, porque empecé a alquilar. Antes estaba a porcentaje (yo me quedaba con el 30 por ciento)”. Dicen que por Florencio Varela se alquila “a 2500, 3000, 3500 la hectárea, depende de la zona”. Y Nelly amplía: “Es que es una zona fea porque hay mucho barro, mucha inundación. Es difícil mandar los chicos a la escuela. Nosotras trabajamos desde las 5 de la mañana, a veces hasta las 10, 11 de la noche, porque hay que completar la carga del camión”.

Juan cuenta que “un cajón de tomates, que son 18 kilos, nos pagan entre 50 y 100 pesos, según la clase y la calidad”. “Yo empecé a trabajar desde chico. Ahora ya estoy por mi cuenta. Entre el alquiler, la luz, el gasoil y los otros insumos, son más o menos 15.000 pesos por mes. Por eso queremos créditos blandos para acceder a la tierra. Como alquilamos, cuando se pone muy alto buscamos otro lugar. Entonces vivimos en casillas, muy humildes, porque nos tenemos que mudar muy seguido”, explica. Rosalía, de prensa de la UTT, precisa: “No queremos ningún regalo, pero sí que se respeten nuestros derechos. Queremos que se avance en el proyecto de acceso a la tierra. Este es el último verdurazo, si no pasa nada iremos a medidas más duras”.