"Dicen que no hay tiempo, ¿y cuál va a ser el tiempo sino este?, los apuró el gobernador Miguel Lifschitz a los legisladores que ya tienen el proyecto de reforma constitucional en la mano. Entre distendido y picante, el gobernador amaneció el domingo con un breve Facebook Live en el que les envió más de un dardo a los diputados y senadores opositores. "Dicen que con algún artículo no están de acuerdo, pueden modificarlo, para eso está el debate en la Legislatura, pueden cambiar muchos artículos que propuse", avisó y tildó de "conservadores" a los que aspiran a que la iniciativa se caiga y no tenga tratamiento en las Cámaras.

Con dos botones de la camisa desabrochados, mate en mano y mirada fijada a la cámara, Lifschitz se autofilmó por menos de cuatro minutos para hablarle a la "gente", pero sobre todo para enviarles mensajes de alta tensión a los legisladores. "Yo estoy tomando unos mates, mirando los diarios", arrancó para luego decir que en la lectura se encontró con "muchas opiniones" sobre la reforma que impulsa. "Es un primer logro,  instalar el tema, que la gente lo discuta, que lo discutan los referentes políticos", consideró, al tiempo que reconoció que "sabía que iba a ser muy difícil" porque, entre otros motivos, "hace más de veinte años que se habla de este tema".

No demoró mucho en espetarle reproches a quienes deben aprobar el proyecto. "Los jóvenes quieren cambios, las nuevas generaciones necesitan ver el futuro de otra manera, las personas que creemos en las trasformaciones sociales queremos cambios, queremos avanzar en la reforma, siempre va a haber algunos que se van a oponer, algunos que dicen de la boca para afuera que están de acuerdo, pero después ponen trabas, ponen obstáculos, ponen excusas en definitiva. Lo importante es que avancemos en la reforma, una reforma en la que se puedan poner de acuerdo los partidos políticos. Espero que haya madurez, que no terminen ganando los conservadores, que no terminen ganando los que quieren defender privilegios, los que se oponen a que haya límites en las reelecciones indefinidas, los que se oponen a la autonomía de Rosario y Santa Fe y las grandes ciudades, los que no quieren la paridad de género", enumeró, en un reparte de palos para más de uno.

En las últimas horas, el Frente Progresista no recibió buenas noticias a la hora de contar los votos necesarios para llegar a los dos tercios de Diputados, la primera Cámara que deberá aprobarlo. El progresismo requiere de 34 votos y no le alcanza con los propios, por lo que el gobernador apuesta a sumar una mayoría de voluntades del peronismo, que tiene diez diputados en la Baja. Pero Rubeo, Mirabella, Giaccone y Busatto ya se manifestaron por la negativa.

"Las buenas ideas necesitan alguien que las lleve adelante, los buenos proyectos necesitan gente que esté comprometida, sino Belgrano no hubiera creado la bandera, San Martin no hubiera cruzado los Andes, está claro que eran empresas por supuesto mucho más difíciles que estas", continuó el gobernador, quien habló de "proyecto para el futuro", ya que a su entender la reforma "habla de los derechos de las mujeres a la igualdad, de los derechos a la diversidad sexual, de los derechos a los niños, niñas y adolescentes, a los adultos mayores, el derecho a la educación, a la salud, a la cultura y al deporte, el derecho al medio ambiente, de ninguna de estas cosas habla nuestra Constitución actual, porque es vieja, tiene casi 60 años". Por ese motivo, dijo estar "convencido" de que la revisión de la Carta Magna "va a ser un gran logro para los santafesinos".

"Las cosas avanzan cuando la gente las empuja, cuando ciudadanos comunes entienden la importancia de un proyecto de trasformación y logran que sus representantes lo terminen aprobando. Les pido que me acompañen en esta y les aseguro que vamos a lograr un gran resultado para nuestra querida provincia de Santa Fe", cerró Lifschitz.