La elección de ayer fue una prueba piloto en los centros de votación para probar la obligatoriedad de que el votante demuestre su identidad con un documento con foto. La prueba provocó resistencias y discusiones en un país donde raramente se piden documentos y la población no suele llevarlos encima. El gobierno británico dice que el cambio de protocolo, que impone a los votantes la obligación de presentarse al local electoral con un documento de identidad con foto, o con dos documentos que prueben su residencia, servirá para combatir el fraude. La implantación de la medida vino precedida, en cuatro distritos, de un programa que es justamente el que se estaba probando ayer.

En dos de esas áreas, muchas mesas de votación rechazaron electores porque carecían del documento identificatorio. Según los medios locales, la medida despierta duras críticas porque presenta además un sesgo discriminatorio.

Los objetores aseguran que impedirá el voto de personas mayores, las comunidades de inmigrantes, los solicitantes de asilo y los más pobres, que pueden perder su derecho al voto por carecer de residencia estable o de los documentos requeridos.

Las nuevas medidas se están probando en los distritos de Bromley, Swindon, Woking, Watford y Gosport, y en Bradford, que no participó del programa piloto y servirá para contrastar los resultados con aquellos distritos en los que sí se había puesto en marcha. Angela Wilkins, líder del grupo laborista en el consejo de Bromley, sudeste de Londres, declaró al diario The Independent que cuatro mesas electorales le informaron que a las 10.30 ya habían rechazado a cinco personas por no tener identificación. Un hombre de 76 años que ha vivido desde siempre en el municipio Bromley, al sudeste de Londres, le dijo al diario que estaba “conmocionado” por haber sido rechazado porque no tenía una tarjeta bancaria o pasaporte. “Este es un esquema sin sentido”, agregó.

Mientras tanto, la esposa de ese votante, Kathleen Milward, dijo que aunque tiene la identificación pertinente, no votará por una cuestión de principio. “Estoy eligiendo no votar, y nunca lo había hecho antes. Creo que las personas que tienen problemas con su identificación ciertamente serán privadas de sus derechos, aún si han vivido aquí por muchos años”, argumentó la mujer de 72 años.

El gobierno por su parte, señaló que muchos otros países requieren identificación para votar. Dentro del Reino Unido, lo hace ya Irlanda del Norte, que introdujo la medida en 1985, antes de los acuerdos de Viernes Santo que pacificaron la conflictiva provincia.

En las elecciones locales de ayer los votos de millones de votantes permitirán estimar cuánto apoyo mantiene la primera ministra Theresa May, después de los escándalos por sus duras políticas inmigratorias y las divisiones en su gabinete por el Brexit.

En toda Inglaterra se disputan más de cuatro mil escaños en alrededor de 150 consejos, incluidos los 32 distritos londinenses, así como en cada distrito de Birmingham, Manchester, Leeds y Newcastle. También habrá elecciones municipales en Hackney, Lewisham, Newham, Tower Hamlets, Watford y la región de la ciudad de Sheffield, pero no en Escocia, Gales o Irlanda del Norte.

Las urnas cierran a las 22 hora local (18 hora argentina), y los primeros resultados podrían empezar a llegar dos horas después.