El sorpresivo cierre de la Confitería Alcorta, con más de 60 años de trayectoria, dejó a 17 trabajadores en la calle, quienes denunciaron a los responsables del comercio por vaciamiento. "Si bien las ventas habían bajado un poco, no se debió a la situación económica del país, si no por la mala administración de los actuales propietarios", dijo a Rosario/12 el abogado de los trabajadores, Francisco Aguirre Rhiner. "Hace un tiempo que a los trabajadores les pagaban los salarios por día, no les realizaban los aportes, sospechaban este desenlace", agregó el letrado. Mientras aguardan una respuesta del Ministerio de Trabajo provincial para que intervenga en el conflicto laboral, luego de efectuar la denuncia el pasado viernes, hoy los trabajadores realizarán una presentación en el Ministerio Público de la Acusación (MPA) por insolvencia fraudulenta.

Los problemas en el tradicional comercio ubicado en Necochea al 1700, célebre por la elaboración de pan dulces, que cerró sus puertas de manera sorpresiva el pasado jueves, comenzaron en agosto del 2016 cuando falleció su fundador. "Desde ese momento se hizo cargo uno de los herederos y crearon una persona jurídica para continuar la explotación de la confitería", relató el abogado González Rhinner.

Con el cambio de firma, los trabajadores tuvieron dificultades para cobrar los salarios, no les pagaban los aportes previsionales y la obra social. "Les pagaban el sueldo a razón de 300 pesos cada dos días, hay trabajadores con 30 años de antigüedad, el delegado lleva 35 años, están bastantes dolidos con la situación", resumió el letrado.

El miércoles pasado, les comunicaron a los trabajadores que iban a cerrar unos días para realizar reformas en el local. "Al otro día, trabajadores que viven por la zona y vecinos del lugar vieron que estaban vaciando el establecimiento, sacando las máquinas. Hubieran tenido el decoro de dejarlas para que puedan cobrar las indemnizaciones o que puedan pensar en una continuidad", apuntó González Rhinner.

El viernes presentaron la denuncia en la sede local del Ministerio de Trabajo provincial para que tomen intervención en el conflicto laboral. "Esperamos que nos llamen a una audiencia, pero lamentablemente, el vaciamiento se produjo", dijo el abogado. De todos modos, decidieron realizar una denuncia penal en el MPA por insolvencia fraudulenta en perjuicio de los acreedores. Ayer, entre las persianas bajas, había carteles denunciando a los propietarios por estafadores. Además de las personas que trabajaban en el local de calle Necochea, otros cumplían tareas en dos sucursales de los supermercados Dar, que les cedía la sección de panadería a la confitería Alcorta.

Más allá de la caída del mercado interno y los costos de producción por el aumento de tarifas, la baja en las ventas del tradicional comercio de zona sur, según explicó el abogado de los trabajadores, fue por la mala administración de los actuales propietarios. "Iban los trabajadores a las 12 de la noche para comenzar con la producción y no les abrían las puertas porque se quedaban dormidos, debían abrir el local a las 8 de la mañana y llegaban a las 9. Ellos tenían un renombre, 60 años de trayectoria y todo funcionando, pero si no cuidan a los clientes, la consecuencia es una baja en las ventas", concluyó González Rhinner sobre los motivos que precipitaron el cierre de la fuente de trabajo.