Carece de sentido criticar o elogiar la lista de 35 jugadores que ayer entregó Jorge Sampaoli a un mes exacto del comienzo del Mundial de Rusia. En todo caso, sirve para arrimar una primera mirada a la nómina que realmente valdrá la pena: la de los 23 que efectivamente defenderán los colores argentinos en la próxima Copa del Mundo. Y que el propio Sampaoli dará a conocer el lunes venidero en Ezeiza. Hay varias consideraciones que hacer. Aquí van algunas de ellas.

1. La lista refleja que entre el Mundial de Brasil y el de Rusia, en el fútbol argentino han aparecido pocos futbolistas destacados. Germán Pezzella entre los defensores, Giovani Lo Celso, Maximiliano Meza y Cristian Pavón entre los volantes y Lautaro Martínez representan las escasas novedades de estos últimos cuatro años. Señal de lo mal que se ha trabajado en los niveles Sub 20 y Sub 17 en todo este tiempo. La renovación sigue pendiente. Será impostergable luego del Mundial.

2. Sampaoli también deja en evidencia la falta de laterales de jerarquía. Lo dijo reiteradamente y ayer lo puso por escrito. Sólo están Gabriel Mercado (que en Sevilla es el primer central) y Nicolás Tagliafico. Detrás de ellos no hay nada ni nadie. Eduardo Salvio y Marcos Acuña en verdad son volantes internos reconvertidos en laterales por decreto de necesidad y urgencia. Si el técnico decide jugar con línea de 3 ante Islandia, ellos deberán hacer todo el trabajo ingrato, yendo y viniendo por las bandas hasta que sus cuerpos digan basta.

3. No ha quedado nadie fuera de la lista que reúna más méritos de los que si están. Ninguno de los excluidos, ni siquiera aquellos que fueron convocados por Sampaoli, debieron haber estado sí o sí. No hay nadie que pueda convocar el clamor popular o la presión mediática para reclamar un puesto entre los 35 o los 23. 

4. La decisión de que sea Guido Pizarro y no Matías Kranevitter la pieza de eventual recambio de Lucas Biglia, reafirma el marcado talante ofensivo que Sampaoli pretende darle a su equipo. Pizarro tiene mejor manejo, puede meterle algunos pases profundos a Lionel Messi y no lo complica jugar tirado sobre la derecha. Kranevitter es más posicional y quizá más combativo a la hora de la recuperación. Pero aporta mucho menos con la pelota en sus pies.

5. En la mente de Sampaoli, tanto Cristian Pavón como Manuel Lanzini son volantes que pueden ir por los dos costados. Pero que de ningún modo deberán descuidar el retroceso. El cordobés saca ventaja en ese rubro: en Boca está habituado a bajar casi hasta la posición de sus laterales. Lanzini tendrá que hacer un esfuerzo mayor. Por la derecha, Pavón garantiza desbordes y diagonales. Lanzini, mejor juego interno con la cancha a favor de su zurda. Habrá gran competencia entre los dos: uno de ellos será el ladero de Messi.

Aunque en los últimos días, algunos interlocutores trataron de convencer a Sampaoli de armar un 4-4-2 precavido y conservador, los nombres preseleccionados están bastante más cerca del “protagonismo desmedido” que el técnico prometió cuando asumió que de cualquier pedido de recorte de ambiciones. La idea de arranque es apostar al 4-2-3-1. Tal vez contra Islandia (que atacará con un solo delantero) se intente jugar con 3 en el fondo. Después, se verá partido a partido.