El dólar empezó otra semana sin respiro. Subió un 7 por ciento para ubicarse en nuevo record de 25,52. En las cuevas de la city llegaron a hacerse compras a 27 pesos. El avance de la divisa ocurrió a pesar de las altas tasas de interés en torno del 40 por ciento interanual y un programa de fuerte intervención cambiaria del Banco Central. Los inversores siguen sin ver un techo para el precio del tipo de cambio y el volumen de compras diarios se mantiene en niveles muy elevados. La tensión está puesta en la renovación de las Lebac de hoy. Deberán convencer a inversores con más de 600 mil millones de pesos de volver a prestarle plata a la entidad y no salir a comprar dólares. 

El directorio del Central se muestra confiado porque la mayoría de los inversores de las Lebac son institucionales y optarían por renovar. Los operadores del mercado no tienen el mismo optimismo. Precisan que el organismo también dijo hace 1 mes que el dólar en los 20 pesos estaba muy alto y que no lo iba a dejar subir. Cualquiera sea el resultado de la licitación, el balance es negativo para la sociedad. Si se renueva la mayor parte de las letras del Central, se pateará la pelota para delante, aceptando pagar intereses altísimos. Si no se renuevan, habrá una mayor devaluación e impacto para la economía real.

Los saltos diarios que viene dando el dólar en mayo generan alerta en distintos frentes. El primero es el traslado a la inflación que tendrá la devaluación de estas semanas, en particular en alimentos de consumo masivo, cuyo precio se ajusta prácticamente de forma lineal al aumento del dólar. La carne, las harinas y la leche serán algunos de los productos con mayor impacto. El otro frente será la actividad local, el consumo, el empleo y la producción manufacturera destinada al mercado interno. La incertidumbre cambiaria y las tasas de interés elevadísimas adelantan un fuerte freno para el mercado interno. Economistas de distintas corrientes aseguran que, una vez que pase el temporal cambiario, empezarán a observarse las consecuencias de  una economía más fría y con una mayor desocupación.

El Central cambió ayer su estrategia para intentar ponerle un límite a la suba del dólar. En vez de intervenir de forma progresiva, decidió ofrecer de entrada 5000 mil millones de dólares a un precio de 25 pesos para cualquier inversor mayorista que quiera comprar a ese valor. La estrategia no funciona muy diferente a un seguro de cambio que se termina cuando el mercado compra la última divisa destinada a la intervención. El BC ya sacrificó ayer casi el 10 por ciento del monto que puso a disposición de los grandes compradores. Se perdieron unos 408 millones de dólares y el principal miedo de los operadores es que el colchón de divisas se evapore en pocos días. Se potenciaría así la expectativa de devaluación. 

La plaza cambiaria está muy movida y hubo inversores que aprovecharon la desesperación del Central para hacer plata fácil en el muy corto plazo. Apostaron a que los 5000 millones de dólares le pongan un valor máximo al dólar mayorista al menos por una semana. Por ello ayer vendieron divisas a un valor cercano a los 25 pesos, para obtener ganancias con la tasa de interés en pesos por un par de días y recomprar dólares al mismo precio que lo vendieron. Una bicicleta financiera garantizada por la nueva estrategia de intervención del Central. En la jornada de ayer se operaron unos 1300 millones de dólares en la plaza cambiaria y se estima que el 70 por ciento de las ventas fue de este tipo de inversores que apostaron por el negocio de cortísimo plazo. El tipo de cambio mayorista cerró en 24,99 pesos, con una suba de 7 por ciento.

La autoridad monetaria desde principio de este año registra una importante pérdida de reservas internacionales. Ayer cerraron en 53.411 millones de dólares, con una caída de 1006 millones. Hubo 408 millones que se perdieron por la intervención cambiaria y el resto se explicó por el giro de divisas al exterior de los bancos. Las entidades encajan depósitos en moneda extranjera en el Banco Central, los cuales se computan como reservas. Pero también tienen una cuenta especial conocida como de capital mínimo en la que guardan divisas propias y de sus clientes listas para enviarse el extranjero. Estos dólares, que también son parte de las reservas, empezaron a generar un problema para la autoridad monetaria. Ayer se fueron cerca de 600 y en el mercado estiman que salieron en torno a 1500 millones en los últimos 3 días hábiles. Hoy puede ser otro día de fuerte pérdida de divisas para la autoridad monetaria. En Allaria Ledesma estimaron que si todos los inversores particulares residentes y no residentes dueños de las Lebac que vencen hoy se volcaran a comprar divisas se demandarían unos 12 mil millones de dólares.