“Estamos convencidos de que la inflación va a bajar en la economía argentina. De hecho, tenemos una clara tendencia a la baja que se verifica desde 2016”, dijo ayer el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne. En efecto, la tendencia negativa se explica por el pico de inflación del 41 por ciento derivado de la megadevaluación de diciembre de 2015. En 2017, la inflación del 24,8 por ciento fue 7,8 puntos superior a la meta del 17 por ciento para ese período y este año se espera una brecha de unos 10 puntos. Pero además, la inflación no está bajando sino subiendo frente a los meses previos: la suba de precios de 2,7 por ciento de abril fue la más alta del año. Dujovne vinculó ese incremento a “la influencia de las tarifas”. El ministro adelantó que “en mayo vamos a tener una inflación más baja que en abril y si el tipo de cambio no hubiera subido, hubiera sido más baja todavía”. Las consultoras esperan entre 2,5 y 3 por ciento.