Antoine Griezmann fue la figura indiscutida en una nueva coronación del Atlético de Madrid. Dos goles del delantero francés permitieron que el equipo de Diego Simeone alzarse con la Europa League, el segundo torneo más importante del Viejo Mundo después de la Champions. El 2 a 0 al Olympique de Marsella, en la final jugada en Lyon, le dan al equipo madrileño un trofeo que levantó en 2010 y en 2012.

El partido se desequilibró a los 21 minutos cuando una mala salida de los franceses generó el primer gol. El arquero salió por abajo y una mala devolución de un defensor sirvió para que la pelota terminara en la red.

Los colchoneros regularon el juego y fueron letales a los 5 minutos del segundo tiempo cuando, en una contra, Griezmann definió ante el arquero. Fue un golpe psicológico para el Olympique, que no se pudo levantar. A partir de ahí, fue un monólogo del Atlético.

Cuando quedaba un minuto para el final llegó el gol de Gabi, que puso cifras definitivas al marcador.

Desde 2010, el Atlético ha jugado finales europeas cada dos años. Ese año ganó la Europa League en Hamburgo ante el Fulham inglés. En 2012, en el primer título de un Simeone que había llegado a fines de 2011, derrotó al Athletic de Bilbao en la final de la Europa League disputada en Bucarest. Luego vinieron las dos finales de Champions perdidas ante el Real Madrid en Lisboa y en Milán, en 2016.

En el medio, el Atlético de Simeone consiguió la liga española en 2014, en lo que fue su primer título local en 18 años. En agosto, como campeón de la Europa League, jugará la Supercopa de Europa ante el ganador de la Champions, cuya final disputarán el Liverpool y el Real Madrid en Kiev el próximo 26 de mayo.