La noche esperada llegó. Boca logró la victoria y se dio el otro resultado que necesitaba para clasificar a los octavos de final de la Copa Libertadores. El primer semestre terminó siendo muy positivo para el equipo, sólo opacado por la derrota ante River en la Supercopa Argentina.

Boca conocía las necesidades que tenía para este partido, y salió a presionar desde el principio al conjunto peruano. Sin embargo, a pesar del impulso por ir en busca del desequilibrio, la falta de precisión en algunos jugadores hizo que la pelota no llegara con claridad al área visitante. Pero cuando podían conectar los hombres más capacitados, Boca terminó festejando. Fabra envió la pelota luego de llegar hasta el fondo, Abila no pudo conectarla, Nández la recuperó y se la dio a Cardona, quien definió con sabiduría, de zurda, y convirtió el primer gol de la noche.

La diferencia le dio más tranquilidad al local, y comenzó así a controlar el desarrollo. Los volantes empezaron a acertar en los pases y Cardona aportó inteligencia para conducir los circuitos ofensivos. El que se mostraba más activo y más movedizo era Tevez, que combinaba bien con el colombiano para que apareciera lo mejor de Boca.

Con ese panorama, bastaron nueve minutos para que el campeón argentino convirtiera el segundo gol. El encargado de  hacerlo fue Fabra, que nuevamente desbordó por la izquierda, tocó con Pavón, éste le devolvió la pelota y el lateral remató desde un ángulo cerrado para introducirla entre el arquero y el palo.

La gente ya empezaba a averiguar  qué pasaba en Brasi. En el campo, Boca aumentaba su superioridad y los goles continuaban apareciendo. Abila, a pura potencia en un contraataque, picó la pelota por arriba de Campos para marcar el tercero. Y cuando se terminaba el primer tiempo, el ex Huracán volvió a convertir con un toque suave abajo del arco . 

El estadio volvió a estallar en la segunda parte, cuando a los 3 minutos apareció el gol de Palmeiras, que se gritó igual o más que los cuatro que había convertido Boca. Los nervios aparecieron cuando Junior tenía que ejecutar su penal, pero nuevamente se produjo otra explosión del público de Boca al no poder aprovechar los colombianos esa chance.

El partido se jugaba en el terreno de Alianza, y esta vez fue Tevez el que pudo reencontrarse con el gol, cuando a los diez minutos marcó el quinto. Encima, Palmeiras aumentó su diferencia y otro grito envolvió a la Bombonera. Con esta victoria, Boca alcanzaba su segundo festejo en los últimos diez partidos de la Copa.

La fiesta era completa y sólo se esperaban más tantos para decorar la goleada. El duelo permitió que ingresara Fernando Gago, quien recibió una ovación cuando ocupó el lugar de Tevez. La incógnita era saber cuál sería el rival en la próxima instancia.