El presidente de la región de Cataluña, el independentista Quim Torra (foto), nombró ayer a cuatro nuevos consejeros (ministros regionales) para sustituir a los propuestos que estaban presos o fugados. Esta decisión  permitirá previsiblemente el desbloqueo de la formación de Gobierno en la región norteña española.

El Ejecutivo español de Mariano Rajoy había frenado la toma de posesión de los nuevos miembros del Govern catalán al no publicar el decreto de nombramiento que incluía a dichos consejeros, impidiendo también así el fin de su intervención en Cataluña. La Abogacía del Estado avaló esa decisión por haber incluido los nombres de dos líderes independentistas que se encuentran en prisión provisional, Josep Rull y Jordi Turull, y otros dos fuera de España para evitar ser detenidos, Lluís Puig y Antoni Comín. A raíz de aquella negativa de Rajoy, el gobierno de Cataluña anunció ayer en una nota de prensa que interpondrá una querella por prevaricación contra el presidente del gobierno español. Sin embargo, en Madrid alegaron que la decisión de incluir a presos y huidos en el gobierno fue un desafío y una provocación.

La publicación del nombramiento de los nuevos consejeros en el boletín oficial de Cataluña es necesaria para que éstos puedan tomar posesión de su cargo, lo que a la vez es requisito indispensable para que se levante la intervención de la autonomía de Cataluña por parte de Madrid, que lleva vigente desde octubre. Todo apunta a que el paso dado ayer por Quim Torra permitirá que esto ocurra. 

En lugar de Rull, Turull, Puig y Comín fueron nombradas cuatro personas que en principio no tienen problemas con la Justicia: Laura Borràs, Damià Calvet, Alba Vergés y Àngels Chacón.

La relación entre Madrid y Barcelona no deja de ser tensa. En su discurso de investidura, hace apenas dos semanas, Torra insistió en el plan para crear un Estado independiente en forma de república. El separatista pidió a Rajoy diálogo, en aquella oportunidad, y éste abrió la puerta a una reunión, pero la decisión de incluir en el Govern a presos y fugados de la Justicia elevó la tensión entre las partes.

La decisión de Torra tuvo lugar en una semana turbulenta en la escena política española, en la que Rajoy se enfrentará a una moción de censura propuesta por los socialistas, que quieren desbancarlo del gobierno por los casos de corrupción que salpican a su formación.