La Marcha Federal por Pan y Trabajo representó un preocupante reclamo de aquellos que viven y sobreviven en la base de la sociedad. Fueron miles los que llegaron luego de varios días de viaje. Los había de todas las provincias pero también del populoso conurbano bonaerense. LLegaron cargando broncas, frustraciones y la exigencia de una mejor vida. Sin embargo, había algo en común en las diferentes columnas que bien podría ser contradictoria y era la alegría de estar juntos, de compartir este momento de lucha. Algo de eso expresan estas historias de vida.