Docentes y estatales de Chubut cortaron rutas y tomaron edificios como parte del durísimo conflicto que atraviesa la provincia, donde la gobernación de Mariano Arcioni viene pagando los sueldos de los empleados públicos y maestros en cuotas, con atrasos de hasta 20 días. Los reclamos iniciados hace ya tres meses por el pago en tramos de los salarios se agravaron con el estancamiento de las negociaciones paritarias, que siguen sin acuerdo pese a lo avanzado del año. La última oferta de la provincia para los maestros y empleados públicos fue el pago de tres sumas de mil pesos, no remunerativas –en negro– y acotadas a los que cobran menos de 30 mil pesos al mes. Los trabajadores ya venían acampando frente a la casa de gobierno, y ante la falta de respuestas, desde hace una semana toman pacíficamente el Ministerio de Educación. Ayer agregaron la ocupación de otros edificios de supervisión escolar en las ciudades de Comodoro Rivadavia y Esquel.

Los salarios de la provincia están congelados desde julio del año pasado. El acuerdo paritario de 2017 no incluyó en Chubut una cláusula gatillo. En su lugar fue impuesto una suerte de compromiso para revisar el estado de los salarios en octubre –la misma fórmula que Cambiemos generalizó en las paritarias de este año–, pero esa cláusula, no obligatoria, fue incumplida. La instancia de revisión nunca fue abierta. 

Debido al atraso en los salarios, los docentes están sin obra social, porque las prestaciones médicas les fueron suspendidas por falta de pago. Los alumnos tienen cortado el beneficio del transporte escolar gratuito. La inversión en infraestructura para los colegios dejó de hacerse y los establecimientos que denuncian problemas edilicios llegan a setenta.

Lo único que se adelantó este año fue la llegada del invierno. Las temperaturas ya empezaron a ser bajo cero. En los acampes, los trabajadores pasan noches de entre -3 y -10 grados. Con todo, montaron sistemas de rotación y mantienen su presencia en la calle. 

La toma del Ministerio de Educación se sostiene con guardias de 65 trabajadores en el interior del edificio, mientras muchos más los acompañan afuera. “Desde que empezamos la toma, la gente está frente al ministerio las 24 horas”, contó desde la ocupación Florencia Franco, docente de Puerto Madryn. “Recibimos mucha solidaridad, respaldos muy amplios porque toda la provincia está en llamas.” La docente agregó que en la toma mantienen “las puertas abiertas para que las personas que trabajan acá puedan seguir haciéndolo. La ministra de Educación estuvo diciéndoles a los trabajadores que no vinieran porque no estaban garantizadas las condiciones de seguridad e higiene, pero ya se presentaron a trabajar cuatro personas y confirmaron que sí pueden desarrollar todas sus tareas”.

Santiago Goodman, secretario general de Atech, reseñó que el plan de lucha es impulsado de manera conjunta por docentes y estatales, incluidos los trabajadores de la salud, judiciales y de vialidad. “La gravedad de lo que atravesamos nos convenció de que, separados no teníamos chances de ganar, así que creamos una mesa de unidad sindical”, señaló ayer desde uno de los cortes de ruta, instalado en el ingreso a Puerto Madryn. En ese momento había otros piquetes en Esquel.

Goodman recordó que uno de los primeros posicionamientos de la mesa de unidad sindical fue rechazar la adhesión de Chubut al llamado consenso fiscal convocado por Mauricio Macri. “Eso nos llevó casi 2 puntos porcentuales de coparticipación federal de los impuestos, que se cedieron para la Provincia de Buenos Aires”. El dirigente advirtió que, como salida al déficit, “lo que propone la provincia es avanzar con los proyectos de megaminería”. 

“Es claro que quieren hacer chocar la provincia para que no haya resistencia a sus negocios. Aquí hay riquezas inmensas: están las petroleras, se produce gas, hay industria pesquera y ganadera. Acá está Aluar, una de las cuatro fábricas de aluminio del mundo, y está Benetton, que no paga impuestos provinciales”, agregó Goodman. En esta línea, Franco apuntó que “no nos pueden venir a decir que estamos en una crisis que debemos pagar los trabajadores del Estado. Hablamos sueldos de 20 mil pesos que ya no nos alcanzan para llegar a fin de mes”.

“El recorte en la provincia es brutal y viene de la mano de un intento de  imponer la megaminería”, coincidió. “El gobernador no nos ha recibido ni una sola vez. Hay un cerco mediático muy fuerte que hace que esta información no circule. Venimos de 79 días de acampe y tres meses de lucha. Pero cuando hablamos con alguien de fuera de Chubut se sorprende porque no estaba enterado de nada”.