A horas de la sesión en la Cámara de Diputados que debatirá la aprobación de la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), la votación mantiene un final incierto. Las definiciones comienzan a estrechar la luz de diferencia que tenían los diputados contrarios al proyecto y se achica la cantidad de “indecisos” que podrían definir la votación. A pesar de las presiones de la Iglesia y de los grupos “pro vida”, otros cinco diputados que no habían definido su voto lo hicieron a favor del proyecto impulsado por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. En tanto, un diputado mendocino que había manifestado su voto a favor volvió sobre sus pasos y ahora se pronunció públicamente en contra, al tiempo que el monobloque socialista cambió de nombre porque su único representante votará en contra de la IVE y de la postura histórica del partido.

El conteo previo, aunque no definitivo, será hoy. Cuando arranque a las 15 horas el plenario de las comisiones de Legislación General, Legislación Penal, Salud y Familia, que definirá el dictamen que irá mañana al recinto de la Cámara baja. Entre los integrantes de las comisiones en condiciones de rubricar el dictamen, las fuerzas están parejas. En la pulseada, un grupo de diputados opositores a la ley buscaría tener su propio dictamen si logra reunir las firmas necesarias para imponerlo como de mayoría.

Ayer, un puñado de diputados decidió romper el hermetismo sobre el sentido de su voto y desafió la creciente presión de miembros de la Iglesia y grupos religiosos. Una de ellas fue la correntina Sofía Branbilla (PRO). La definición del voto a favor de la vicepresidenta del PRO provincial motivó una catarata de tuits de diputados de todos los bloques que respaldan la despenalización. En el mismo sentido se pronunció el bonaerense Abel Furlán (FpV-PJ): “Asumí el rol de legislador en un Estado laico, lo que implica que de ninguna manera las posiciones que asuma puedan fundamentarse en mis creencias, sino en mis convicciones. Por eso, a la vez que creo en Dios, tengo la firme convicción de que no existen argumentos de peso para sostener una prohibición que criminaliza a las mujeres, especialmente a las mujeres pobres, si en el siglo XXI queremos vivir en una democracia plena”.

Otros diputados asumieron el mismo compromiso. “Soy una cristiana creyente y por eso me tomé todo este tiempo para meditar mucho mi decisión. También soy una docente y militante que tiene muchos años de trabajo en los barrios humildes de La Matanza. Conozco la realidad de las chicas pobres que mueren o quedan destruidas física y psicológicamente por hacerse un aborto en las peores condiciones posibles”, expresó María Isabel Guerín (FpV-PJ). 

El radical entrerriano Jorge Lacoste fijo su postura a través de Twitter. Posteó que su intención es “habilitar el debate y discutir la modificación de algunos artículos puntuales”. “Caso contrario no votaré esos artículos, pero sí la ley en general”. A la lista se sumó el justicialista pampeano Sergio Ziliotto: “Acompañaré con mi voto el proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo. El aborto existe y ya se ha cobrado muchas vidas. La actual legislación no lo ha resuelto, su perfil punitivo, por el contrario, ha profundizado su clandestinidad”, sostuvo. 

El camino inverso transitó el mendocino José Luis Ramón, de Evolución Radical. Ramón se había pronunciado a favor de la iniciativa pero ayer invirtió su postura con un video en las redes sociales. Allí expresó su “angustia” frente a un “proceso largo y tortuoso”, pero recordó que hizo campaña “a favor de la vida y en contra del aborto”, por eso su cambio de postura. La representación socialista y del Gobierno santafesino entró en crisis. El diputado Luis Contigiani decidió cambiar el nombre del bloque por FPCyS, luego de ratificar su voto en contra de la despenalización a pesar de la postura histórica del PS a favor del aborto legal. 

Otros tres diputados, entre una veintena de indecisos, Fernando Ascencio y Mirta Tundis (FR) y Facundo Garreton (Cambiemos) dijeron que podrían dejar de lado las creencias personales para defender el derecho a decidir de las mujeres, aunque aclararon que todavía no tienen una posición definitiva. Mientras que José De Mendiguren (FR), que se oponía férreamente pasó a la lista de los indecisos tras admitir que está “pensando” su voto.