Hugo Moyano confirmó que el sindicato de Camioneros realizará un paro nacional de 24 horas el jueves, sumando el reclamo salarial de su actividad a la huelga contra el FMI convocada por las dos CTA. En una conferencia de prensa que el dirigente ofreció en la sede del gremio, acompañado por su hijo Pablo, Moyano ratificó que la huelga abarcará a “todas las ramas” del sector, como el transporte de caudales, la recolección de basura, la distribución de combustible, el correo y los servicios de logística.  

“He mantenido un encuentro con la cámara empresaria. Nos dijeron que no están en condiciones de otorgar el aumento del 27 por ciento que solicitamos, que sólo pueden un 15 por ciento. Por eso vamos a cumplir con la medida de fuerza. Cumplimos con lo que los trabajadores nos han pedido, un paro para reclamar y mantener la posibilidad de vivir con mediana dignidad”, señaló el dirigente.

En ese marco, se preguntó: “¿Hasta dónde llega la incapacidad, la irresponsabilidad y la falta de sentido común de un Gobierno que pretende que con una inflación del 30 por ciento, los trabajadores recuperen un 15? Ese porcentaje, del 15 por ciento lo puso el FMI, entonces.... ¿Para qué vamos a discutir con el ministro de Trabajo?, negociemos directamente con la señora (Christine) Lagarde”, ironizó. 

Los camioneros se sumarán de esta manera al paro nacional convocado por las CTA que encabezan Hugo Yasky y Pablo Micheli. La huelga fue lanzada el jueves pasado, en respuesta al veto presidencial de la ley contra los tarifazos, como repudio al acuerdo con el FMI y frente a la dilación de la CGT para convocar al paro. Ese día, horas antes del anuncio del acuerdo con el Fondo, el gobierno citó en la Casa Rosada a la conducción cegetista a una reunión en la que logró en tiempo express convencer al triunvirato de postergar el anuncio del paro. La moneda de cambio fue la firma de un decreto que habilitó a aumentar en 5 puntos los salarios acordados en la paritarias, en aquellos casos en que los gremios logren reabrir las negociaciones y las empresas accedan a otorgarlos. En la Argentina 2018, este conjunto está reducido a una mínima expresión del ámbito del trabajo. De manera simultánea, la Casa Rosada definió el reintegro de los fondos de las obras sociales, medida cuyo cumplimiento, a diferencia del punto anterior, resulta mucho más concreto. 

La conducción de la CGT tendrá hoy una nueva reunión con el gobierno, luego de lo que anunciaría si llama al paro general (ver página 11). Tras el anuncio del paro Camionero, Cambiemos jugó la carta con la que más cómodo se siente: confrontar con la figura de Moyano para sacar del escenario los temas de fondo planteados por el paro. 

La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, ya había tirado un anzuelo ante los primeros amagues de la huelga camionera. “No vamos a permitir una Argentina bloqueada”, desafió; y ante una consulta sobre si el gobierno utilizaría la fuerza pública contestó que el gobierno hará “todo lo que haya que hacer”. Ayer, un Moyano distendido le replicó que “todo lo que la señora Patricia Bullrich Luro Pueyrredón ha dicho no tiene que ver con la realidad”. Anticipó que no va a haber bloqueos, pero advirtió que si los camioneros son reprimidos “puede haber un paro por tiempo indeterminado”. 

Bullrich no dejó pasar la oportunidad de un nuevo cruce con el dirigente. “Vamos a garantizar que no corten las rutas porque la Argentina necesita trabajar y no que haya paros”, insistió. 

Otros que también se sumaron al paro del jueves fueron los movimientos sociales liderados por las llamadas organizaciones de San Cayetano: CTEP, Barrios de Pie y Corriente Clasista y Combativa. La adhesión fue aprobada junto a otras agrupaciones como el Frente de Organizaciones en Lucha y el Darío Santillán. Los trabajadores de la economía popular preparan para el jueves la realización de ollas populares.