Como un terremoto que movió la tierra, la discusión sobre la legalización del aborto estuvo impregnada en cada charla de personas amigas, conocidas y colegas. La discusión en el Congreso de la Nación genera una toma de posición. Como ese terremoto que tiembla, se expande y genera réplicas, distintos grupos de mujeres que comparten profesión o actividad se reunieron para firmar un documento a favor de la legalización del aborto. Pero no lo harían por separado, desde sus casas, sino que lo harían juntas. No solo era importante firmar, sino encontrarse, incluso conocerse con nuevas colegas. Las escritoras rosarinas rápidamente gestionaron un encuentro en el Centro Cultural La Toma para realizar la firma del documento redactado colaborativamente que llevó cerca de cincuenta nombres, entre ellas, la de la reconocida escritora Angélica Gorodischer.

¿Por qué escribir y sentirse interpeladas a manifestarse a favor de esta ley? ¿Por qué como escritoras tomar posición? Según Florencia Giusti, ella se "siente" escritora y eligió esta actividad, es decir se sintió con el derecho a decidir sobre su profesión y la libertad de decir lo que piensa a través del arte y la literatura. "Es necesario que el aborto sea ley, así como en otros campos hemos conquistado otros derechos", explica. Adhiere Gabriela Gervasoni, y agrega: "Yo también estoy 'a favor de la vida', como dicen algunas personas. Más precisamente a favor de los proyectos de vida elegidos y dirigidos libremente para todas y todos. Estoy a favor de la educación sexual y la anticoncepción gratuita. Estoy a favor de la igualdad, derecho fundamental que nos permite tener idénticas oportunidades. Por eso creo que es muy hipócrita que el Estado castigue a quien decide interrumpir un embarazo", afirma.

El terremoto sigue rompiendo la tierra, resquebrajándola, y es así como más escritoras se sumaron a la firma del documento. Muchas se conocen desde antes, otras no, algunas son más grandes, otras más jóvenes, algunas narradoras y otras poetas, pero todas, firmaron, con el pañuelo verde en el cuello, sonriendo con mirada segura para una foto.

Cecilia Gallino, comenta emocionada: "Una posible nota sobre nuestro posicionamiento encendió la mecha. Redactamos virtualmente un documento a varias manos, veloces los dedos antes la vertiginosa realidad. Primero nos encontramos en La Toma a pasarlo de mano en mano y firmarlo, mientras una compañera fotógrafa nos registraba. Hicimos una red, nos miramos las caras que conocemos por Facebook o siempre con un micrófono bajo la pera a mesas de distancia. Pero después no terminó ahí, seguimos mandándonos mensajitos y audios. Incluso nos dieron espacio dentro de los martes verdes. En este momento histórico que nos convoca, no sólo asiento a pronunciarnos a favor de un derecho que nos corresponde y es una deuda histórica de la democracia, también asiento a reconocerme como escritora, a legitimarme desde ese lugar".

Además, Rosario Spina, escritora y periodista, considera que "la única necesidad (y obligación) habilitada socialmente es la de reproducirnos y la de maternar. Sin embargo, para muchas personas el aborto representa la posibilidad de reconstruirse, de rearmar su vida y sus proyectos. Y entiéndase por proyectos su propio bienestar, una carrera, una relación, e incluso muchas veces el bienestar de sus hijos e hijas. Detrás del aborto hay multiplicidad de experiencias".

La lucha por la conquista de nuevas libertades es ardua, por eso fortalece realizarla en conjunto con otros y otras. Décadas atrás, fue la discusión sobre divorcio. Más recientemente, la discusión de la ley por el matrimonio igualitario. Hoy, año 2018, la discusión se dirige en la misma línea. Se preguntan: ¿Cómo vamos a sobrevivir como especie humana? Es así, como manifiestan su temor por la extinción de la especie. Pero sabemos que lo que realmente les atemoriza es la construcción de una sociedad con libertades, inclusiva, les atemoriza una sociedad distinta a la de hace siglos. Las redes se crearon para continuar con la lucha y exigir un mundo más libre y justo, donde, como se dice "quepan todos los mundos".