La Justicia Federal allanó ayer la Municipalidad de Arroyo Seco, el complejo Punta Stage y al menos dos propiedades de uno de los dueños de la productora que organizó la fiesta electrónica en la que estuvieron dos jóvenes que murieron, horas después, por presunto consumo de éxtasis. Los operativos estuvieron a cargo de la división Drogas Peligrosas de la Policía Federal, luego de que ese fuero comenzara a actuar de oficio en una parte de la investigación, por el hallazgo de tres pastillas en cercanías al baño del boliche, que se mandaron analizar. No se descarta que haya más procedimientos. Desde el municipio vecino, se limitaron a decir que se pusieron a disposición de la Justicia, entregaron documentación sobre la habilitación del local y adelantaron que evalúan presentarse como querellantes. Resaltaron que las fiestas electrónicas están prohibidas desde abril pasado, en esa ciudad; aunque la promoción del encuentro era conocida por los vecinos y en los alrededores, a través de las redes sociales. Además, los dueños de la productora LiveArt se pusieron a disposición de la Justicia. También hablaron los padres de Giuliana, una de las víctimas: "Que no haya otra Giuli", reclamaron y pidieron que aparezcan los responsables.

Ante las fuertes versiones y elementos de prueba que apuntan a la venta de estupefacientes dentro del local ubicado a media hora de Rosario, sobre la autopista a Buenos Aires, la causa se desdobló. Ahora, el Ministerio Público de la Acusación provincial se quedará con la pesquisa en relación a la muerte de Giuliana Maldovan, la rosarina de 20 años que se conoció como primera víctima. Aparentemente, la joven consumió dos dosis de la pastilla "muy fuerte" conocida como Coca‑Cola, a valor de unos 300 pesos cada una. El fiscal Walter Jurado espera los resultados de toxicología que permitirán confirmar si el consumo de estupefacientes fue causal de la muerte; pero, en la investigación no hay indicios de que haya habido intervención directa de terceros, sino que la ingesta fue por su propia voluntad.

En paralelo, la Fiscalía de San Nicolás investiga las causas de la muerte de Lucas Liveratore, de 34 años. Anteayer, el fiscal nicoleño, Patricio Múgica Díaz, confirmó que el muchacho consumió éxtasis, pero también espera los resultados toxicológicos para confirmar la causa de la muerte.

En tanto, el hecho tuvo su primer coletazo en el fuero Federal de Rosario: por instrucción del fiscal Mario Gambacorta y del juez Carlos Vera Barros, se inició una causa para determinar responsabilidades. En ese marco, ayer por la mañana, y durante varias horas, fue allanada la Municipalidad de Arroyo Seco. Tras el operativo, que duró entre tres y cuatro horas, la Justicia mantuvo total hermetismo. "Se trata de información reservada", dijo a este diario una empleada de la Fiscalía Federal. Según se indicó, se llevaron entre 6 y 7 cuerpos del expediente de habilitación del boliche, entre otros documentos.

El secretario legal y técnico de la Municipalidad de Arroyo Seco, Daniel Oliva, evadió preguntas sobre la responsabilidad que le cabe al municipio y aseguró que el intendente Nizar Esper analiza constituirse en querellante. "Desde el día uno de esta tragedia el municipio estuvo a disposición de la Justicia. Estamos entregando toda la documentación requerida. Se trata de expedientes de habilitación, como confitería bailable, que tenía Punta Stage y los estamos entregando, como lo hicimos en la fiscalía provincial. En abril de 2016 sacamos un decreto con el que se suspendían todas las fiestas electrónicas, hasta que el Concejo Municipal sacara una ordenanza al respecto. Pero en Arroyo Seco están prohibidas. Esa noche hubo controles en tres fiestas. Lo demás es materia de investigación", se cubrió. Además, aseguró que se instruyeron sumarios internos para determinar las responsabilidades respecto de la autorización de la fiesta.

En paralelo, se allanó el boliche clausurado, donde ocurrieron los hechos. Días atrás, la Policía de Investigaciones (PDI) encontró dos bolsas plásticas en el lugar: una contenía dos pastillas celestes; y la otra, una píldora rosada en forma de osito, que se mandaron analizar. Sin embargo, ayer no se dio información sobre el resultado de esa pesquisa, a cargo del subcomisario Raúl Hirsch.

Además, Gambacorta y la Procuraduría de Narcocriminalidad, a cargo de Diego Iglesias, ordenaron allanar al menos dos propiedades ligadas al empresario Alan Van Broock, encargado de organizar la fiesta a través de la productora LiveArt, con Gino P.S.. Según trascendió, el rosarino de 29 años no tiene pedido de captura, pero podría ser imputado en la causa por facilitación del espacio para comercializar estupefacientes. Este diario pudo saber que el empresario pagó el alquiler del local por ocho horas a poco más de 190 mil pesos y que no tuvo contacto con el Municipio. Al mismo tiempo, desde la organización negaron que haya faltado agua y aseguraron que la fiesta fue al aire libre. Sobre la versión de los asistentes de que se ofrecieron estupefacientes dentro del local, la organización planteó que hubo más de 30 agentes de seguridad, pero no descartaron que se hayan podido pasar pastillas. Tras la fiesta, con la que buscaban posesionarse con el mercado de música electrónica europeo, con el DJ Sasha, dijeron no tener quejas. Ayer, se pusieron a disposición de la Justicia, mediante un escrito presentado por el abogado Adrián Ruiz.

Padres. Sobre el mediodía, en Canal 3 hablaron los padres de Giuliana, quienes manifestaron su dolor y criticaron a las autoridades de Arroyo Seco. "Ella se equivocó, pero la ayudaron a equivocarse, porque el Estado no brinda controles. Fue un desmadre", lamentaron Horacio y Ana. "Había gente vendiendo droga y no hay uno solo preso. El intendente (Esper) es impresentable y no le creo. Se hace el desentendido. El sabía que era una zona liberada. Hágase responsable", le espetó desde las cámaras. "Para ellos es dinero, pero para mí es la vida de mi hija", recriminó Ana.