“Hace más de un año que no tenemos respuestas”, lamentó uno de los delegados ferroviarios del ramal Constitución-Mar del Plata, la línea que continúa suspendida por obras de reparación que el gobierno de Mauricio Macri prometió finalizar en diciembre pasado y aún no se terminaron. Uno de los gremios que agrupa a los maquinistas denunció que el deterioro del servicio empeoró durante este tiempo de parálisis y alertó sobre otra situación menos visible: otros seis ramales a distintos puntos de la provincia no funcionan desde hace seis meses y hay 2400 operarios y empleados administrativos con un horizonte incierto de trabajo.

El 30 de diciembre de 2015, la Asociación del Personal de Dirección de Ferrocarriles y Puertos (APDFA) publicó un crudo informe técnico en el que manifiesta su “profunda preocupación” por las condiciones en que se encuentra la mitad de los 400 kilómetros de vías que unen la capital con la costa atlántica. Durmientes y rieles rotos, bulones faltantes, invisibilidad de algunos pasos a nivel, falta de señalamiento y kilometraje, y mal estado de las comunicaciones son algunos de los problemas que enumeraron.

“No tuvimos respuesta a ese informe ni a otros que presentamos hace un año”, lamentó el delegado de APDFA Martín Zarabozo. Si bien el ramal Constitución-Mar del Plata dejó de funcionar en agosto de 2015, luego de que una inundación hiciera ceder un puente sobre el Río Salado, con el gobierno anterior “mantuvimos conversaciones” y se habían iniciado reparaciones. Pero el silencio se abrió con la administración de Cambiemos.

“Antes denunciábamos problemas en las vías por falta de inversión, por lo menos el tren estaba corriendo. Ahora denunciamos falencias y pedimos que vuelva el tren”, comparó el representante gremial en diálogo con Página/12 y aclaró que “el informe técnico se hizo porque hay una desesperación grande por la vuelta del tren, pero también porque las garantías técnicas y de seguridad (para que ello ocurra) no están dadas”.

El informe de la APDFA señala “la intransitabilidad de sectores renovados y no renovados” en 204,5 kilómetros de los 400 del recorrido, lo que hace que el servicio no pueda ser utilizado. Hay problemas que ponen en riesgo “la vida de los usuarios y trabajadores”, advirtieron.

El Ministerio de Transporte, a través de la Administración de Infraestructura Ferroviaria (ADIF) reactivó algunas obras pero se descarta que el tren vuelva este verano. Esto es porque a las falencias que existían hasta agosto de 2015 se les sumaron las averías provocadas en un año y medio de parálisis. “No hubo mantenimiento y el deterioro de los materiales es mayor aún”, explicó el delegado.

Otros de los problemas “más graves” están en la falta de señalamiento y en la comunicación del ramal. Quienes conducen “los trenes de prueba, en vez de manejarse con un sistema de comunicación interna, salen con (teléfonos) celulares”, ejemplificó.

Es más, si el tren volviera a funcionar el trayecto desde Capital a Mar del Plata se haría –sin accidentes de por medio- en un lapso de entre siete horas y media y ocho, mientras que lo habitual era que el viaje tardase cuatro horas y media a una velocidad de entre 90 y 100 kilómetros por hora. Hoy, “la máxima que se puede alcanzar es 70 kilómetros por hora y 12 kilómetros precautorios en algunos tramos en mal estado”, aseveró el gremialista.

Pero el problema no está solo en ese ramal. Desde que en junio de 2015 la gobernadora María Eugenia Vidal suspendiera la circulación de todos los trenes al interior de Buenos Aires por falta de seguridad y pidiera el traspaso de esos servicios al Estado nacional, hay otras seis líneas que siguen canceladas.

Los trenes que unían la Capital Federal con Tandil, Bragado, Bolívar, 25 de Mayo, Junín y Bahía Blanca siguen sin funcionar. No solamente no circulan por las vías sino que, además, los 2400 trabajadores que ponían en marcha esos servicios no saben qué va a pasar.

Se trata de personal operativo, administrativo y de talleres que “se presentan en sus puestos de trabajo” pero cuyas funciones “son inciertas y están preocupados por su continuidad laboral”, advirtió Zarabozo.

El delegado reconoció que el Gobierno le pone énfasis a la recuperación del Constitución-Mar del Plata y avisoró tal vez ese ramal se nacionalice. De hacerlo, “esa línea emplea a 910 operarios que tal vez sean traspasados, pero ¿qué va a pasar con los 1490 restantes?”, precisó. “Por eso estamos peleando por la vuelta de todos los trenes”, concluyó.