Desde Santa Fe.

El ex diputado provincial del PJ Julio "Tipi" Ramos, de 67 años, que operaba como Personal Civil de Inteligencia (PCI) durante la dictadura y se pasó al PRO en las elecciones de 2013 está preso desde el jueves en una causa que lo investiga por delitos de lesa humanidad. La detención la ordenó el juez federal de Santa Fe Reinaldo Rodríguez por el presunto secuestro y torturas de otro militante de la Juventud Peronista, Luis Felipe Solé, quien denunció un traslado -entre fines de 1976 y principios de 1977- desde la cárcel de Coronda a un centro clandestino en las afueras de Santa Fe, donde lo sometieron a un interrogatorio y le preguntaron por su hermano desaparecido, Alberto Solé. Entre los interrogadores pudo identificar a Ramos porque lo conocía por su militancia política. El ex legislador negó las imputaciones y pidió suspender la indagatoria porque estaba "cansado".

Ramos fue detenido e incomunicado el jueves al mediodía en su casa en la ciudad de Vera, en el norte de la provincia, y luego trasladado a Santa Fe, donde el viernes el juez le informó "el hecho que se le imputa" y le mencionó las catorce pruebas existentes en la causa, entre ellas su propio legajo de PCI que acredita que operó como agente secreto del Ejército. Ante una pregunta del magistrado, Ramos negó "en todos sus términos y de manera categórica los hechos imputados". Antes, aceptó el patrocinio del defensor oficial Fernando Sánchez y luego de la audiencia se alojó en la comisaría 7ª.

La causa la inició el fiscal Martín Suárez Faisal en octubre de 2016, quien desde entonces había solicitado la captura e indagatoria de Ramos cuatro veces al juez.

Rodríguez le imputó a Ramos que "entre fines de 1976 o principios de 1977, en el marco su actuación como PCI del Ejército, habría privado de la libertad y sometido a tortura a Luis Felipe Solé, quien habría sido trasladado desde la cárcel de Coronda, donde se encontraba detenido desde enero de 1976 por infracción a la ley 20.840, en un camión del Servicio Penitenciario, hasta una comisaría ubicada en la avenida Aristóbulo del Valle". Luego, un grupo de tareas que "identifica" como "personal del Servicio de Inteligencia" lo volvió a trasladar "encapuchado hasta una casa quinta ubicada presuntamente en la localidad de Laguna Paiva, donde fue dejado en una habitación", en la que Ramos y otro represor, Rubén Darío Real, "lo habrían encadenado a una cama". "Después, ‑siguió el juez‑ lo llevaron sin la capucha a otra habitación, lo habrían recostado boca abajo sobre una mesa y le dijeron: «¡No levantes la vista porque sos boleta!»". Y ahí, Ramos "lo habría interrogado acerca del paradero de su hermano" desaparecido, Alberto Solé, a lo que él respondió "que no sabía nada y no quería saber nada y si lo querían matar que lo maten, pero que no sabía nada".

Tras el interrogatorio, Ramos "se presentó ante Solé a cara descubierta y le preguntó cómo estaba, a lo que éste respondió: «¿Cómo pensás que estoy en esta situación? Vos me conocés, sabés que no miento», a lo que Ramos le habría dicho que "no se preocupara, que no lo iban a matar". Finalmente, lo devolvieron a la comisaría y el Servicio Penitenciario lo trasladó hasta la cárcel de Coronda.

Ramos fue imputado como "presunto autor material de los delitos de privación ilegal de la libertad y tormentos cometidos en perjuicio de Luis Alberto Solé". Al declarar dijo: "Niego en todos sus términos y de manera categórica los hechos imputados. Yo no estuve en esos lugares que se me mencionan, no los conozco. Sin perjuicio de que una vez que pueda tomar conocimiento del contenido del expediente, de resultar conveniente, ampliaré mis dichos al respecto. Además, en este momento me encuentro cansado debido a que no pude descansar desde que fui detenido, por lo que preferiría hacerlo más adelante", completó.