En una breve conferencia de prensa organizada en el marco de las reuniones de banqueros centrales y ministros de Finanzas del G-20, el presidente del Banco Central Luis Caputo volvió a ratificar el rumbo económico elegido por Cambiemos y se refirió, en la misma línea que lo viene el presidente Macri, a la crisis económica que atraviesa el país con metáforas climáticas.

En Argentina “ha habido turbulencias desde abril”, dijo Caputo e identificó como causas de la fuerte devaluación, corrida cambiaria, derrumbe de acciones y bonos y aumento del riesgo de default de los últimos tres meses a “algún error propio” y a factores externos (“las tasas de interés en Estados Unidos, que superó el 10 por ciento”. Todo esto, según Caputo, “se combinó en una situación que causó mayor volatilidad”. Sin embargo, “las medidas que hemos tomado contribuyeron a la calma de los mercados, que estamos viendo hoy”.

Por su parte, el ministro de Hacienda y Finanzas, Nicolás Dujovne, destacó en la conferencia que tuvo lugar en el Centro de Exposiciones y Convenciones (CEC) esta tarde, el rol del G20 en medio de la guerra comercial entre Estados Unidos y China y llamó a "mantener vivo" y "funcionando en armonía" al bloque, ya que lo definió como "crucial". "En todos los países del G20 hay una visión muy fuerte de que hay que mantener vivo este grupo y funcionando en armonía. En los malos tiempos se ve lo crucial que es", sostuvo el ministro.

Ayer la directora del Fondo Monetario Internacional Christine Lagarde inauguró la cumbre con una conferencia en la que felicitó al gobierno argentino y reafirmó su respaldo al programa de ajuste y reformas acordado con él. En el marco del programa de financiamiento por hasta 50.000 millones de dólares en tres años el gobierno argentino debe recortar el gasto en obra pública, achicar las transferencias a las provincias, continuar con la quita de subsidios, reducir el gasto salarial estatal y ajustar el sistema de la seguridad social.