Varios centenares de mapuches marcharon ayer por el centro de Santiago para pedir un permiso carcelario para que el “machi” (chamán), Celestino Córdova, pueda salir de prisión por 48 horas a celebrar su “rewe”, un rito espiritual que las autoridades ancestrales cumplen periódicamente. 

Con una gran pancarta encabezando la movilización en la que se podía leer “Estado asesino quiere muerto a Celestino”, los mapuches, acompañados de grupos sociales solidarizados con la causa, caminaron por la avenida principal que cruza la capital chilena hasta llegar al Palacio de La Moneda. “Estamos aquí como una presión de unidad y a favor de los pueblos y el respeto a la espiritualidad de los pueblos”, explicó Cristina Romo, parte de la red de apoyo al machi mapuche. Romo destacó, además, que la situación era crítica para Córdova, de 30 años, porque su estado de salud en el interior de la cárcel de Temuco -a 672 kilómetros de Santiago- estaba, según dijo, en riesgo vital al estar en huelga de hambre en protesta contra la negativa del Gobierno de concederle el permiso. “Lleva una huelga de hambre de 102 días más otros 53 días hasta hoy. Eso significa un deterioro del cuerpo muy considerable”, afirmó Romo y continuó: “El lugar de sanación de un machi es su “rewe”. Entender eso es un punto principal para comenzar a dialogar entre el Estado y el pueblo mapuche.” Córdova es uno de los cuatro condenados por el crimen de un matrimonio de agricultores que murieron la madrugada del 3 de enero de 2013, cuando encapuchados atacaron con disparos y bombas incendiarias su casa de campo en región de La Araucanía, unos 650 kilómetros al sur de Santiago.