Treinta años atrás, el predio de Palermo tenía, como en la inauguración de hoy, un día nublado y lluvioso. A diferencia de la muy buena relación entre el gobierno de Cambiemos y la conducción de la Sociedad Rural, hubo una ceremonia de apertura de la muestra anual que quedó en la historia. El 13 de agosto de 1988, Raúl Alfonsín se paró en medio de los chiflidos y dio uno de sus más vibrantes discursos desde su arribo a la Casa Rosada. Fueron poco más de diez minutos de un orador que improvisó una pieza en medio de reclamos por la crisis del sector, con la crisis económica in crescendo.

Aquella jornada, Alfonsín se sentó a escuchar el primer discurso, el del entonces presidente de la Sociedad Rural, Guillermo Alchouron, que hizo sus reclamos. Ya naufragaba el Plan Austral, el Gobierno improvisaba el Plan Primavera, la inflación crecía y los productores reclamaban por una mayor quita de retenciones. En ese contexto, siguió en el uso de la palabra el secretario de Agricultura, Ernesto Figueras, que leyó entre chiflidos y abucheos. Apenas terminó de leer, Alfonsín lo saludó con afecto y se acercó al micrófono. La silbatina arreció cuando el locutor oficial anunció al mandatario.

“Son los que muertos de miedo se han quedado en silencio cuando han venido acá a hablar en representación de la dictadura”, desafió Alfonsín a la tribuna de productores, cuyos silbidos se confundían con gritos de apoyo de seguidores al líder radical. “Esfuerzos hacemos todos”, dijo, y recordó que así como los productores importaban insumos por 250 millones de dólares, el sector industrial también lo hacía y “por el orden de los 5 mil millones de dólares”. Además, puntualizó que así como había subido el gasoil, era tanto para los habitantes del campo como de los centros urbanos.

También recordó el dólar libre que el sector tenía prometido para fines de 1989, el peso de la deuda externa, la inflación y la caída de los precios internacionales y defendió el esfuerzo “frente al egoísmo de los que no entienden”. Consideró que “es el esfuerzo de una nación, porque queremos ser serios, señor presidente; queremos ser serios para construir el país que sabemos que nos merecemos, que no es el país de la vocinglería ni del agravio ni de la falta de respeto a las instituciones de la República, es el país de los productores de todo tipo en el país". 

Alchouron le respondió brevemente a Alfonsín al volver a tomar la palabra. “Estamos de acuerdo en seguir el diálogo, pero no vamos jamás a bajar la bandera de la producción, ¡en eso vamos a negociar cualquier cosa!” (sic). Fue la última vez que Alfonsín concurrió como presidente a la inauguración de la Rural.