Oscar Parrilli pidió la nulidad de la causa que investiga los cuadernos del chofer Oscar Centeno en unos cuadernos. El ex secretario general de la presidencia y ex titular de la AFI pidió además la recusación del juez Claudio Bonadio, a cargo de la causa, por “parcialidad”. Así lo hizo a través de sus abogados Roberto Boico y Aníbal Ibarra, en una causa en la que fue citado a declarar.

En su escrito, los abogados de Parrilli inquirieron sobre la “manera extraña” en que la causa fue a parar a Bonadio, quien desde el Juzgado Criminal y Correccional Federal número 11 investiga las presuntas irregularidades en la importación de gas natural licuado. La defensa de Parrilli sospecha una práctica de “fórum shopping” para evitar el sorteo en la Cámara Federal.

"Si ello es así, entonces, pareciera que no fue un error o una equivocación, sino fruto de una maniobra oculta e ilegal para radicar esta causa en el Juzgado número 11 del fuero, quizás con el propósito de que aquí sustanciarían imputaciones contra funcionarios del anterior gobierno", apuntaron en su escrito.

Además, Ibarra y Boico remarcaron el hecho de que el juez no tenga en su poder los cuadernos originales. "Para ser claros, se detuvieron a una decena de sujetos supuestamente indicados minuciosamente en las fotocopias del cuadernito que sería la prueba de los cohechos (activo y pasivo) aquí discurridos, pero una vez detenido el presunto autor de ellos (Centeno), se le extrae una confesión forzosa y deliberadamente viciada por autoincriminación prohibida por el artículo 18 constitucional, para justamente dar con la prueba (cuadernitos) de los que no se contaban".

También se recusó al magistrado por “evidente parcialidad” y por su “persecutoria más allá de la ley”, algo que se nota "en el 'secreto' y 'sin control de partes' de este proceso durante meses". Parrilli figura entre los 18 citados a prestar declaración indagatoria, un listado que encabeza la ex presidenta y actual senadora Cristina Fernández de Kirchner, citada para el 13 de agosto por el juez. 

"Nada tiene que ocultar nuestro defendido respecto de esas supuestas anotaciones, pero no se puede tolerar un proceso judicial con características procedimentales que rozan la ilicitud y lo delictivo", cierran los abogados de Parrilli.