El gobierno de Estados Unidos anunció el martes por la noche nuevos aranceles de 25 por ciento a una lista de 279 productos chinos por valor de 16.000 millones de dólares. Esto supone el segundo tramo de la batería de gravámenes adoptados por Washington contra Pekín. Tras este movimiento, fue China la que dos días después respondió con un arancel de 25 por ciento a productos norteamericanos por valor de 16.000 millones de dólares. La medida de Estados Unidos afecta, sobre todo, a bienes de la industria química y petrolera, mientras que la réplica de Pekin afectará a 333 productos que aluden a destilados del petróleo, automóviles y equipos médicos.