El prestigioso economista egipcio Samir Amin falleció ayer a los 86 años en París debido a un tumor cerebral. Fue uno de los pensadores neomarxistas más influyentes de su generación y dedicó gran parte de su obra al estudio de la relación entre los potenciales centrales y los países subdesarrollados.
Nació en El Cairo en 1931 y pasó su infancia y adolescencia en Port Said. Cursó el bachillerato en el Liceo Francés de esta ciudad y en 1947 partió a París para iniciar sus estudios universitarios. En 1952 obtuvo su diploma en Ciencias Políticas y al año siguiente su licenciatura en Economía. En junio de 1957 presentó su tesis de doctorado titulada “Los orígenes del subdesarrollo - la acumulación capitalista a escala mundial”. En 1988 publicó “La desconexión”, donde planteó la necesidad de que los países subdesarrollados se “desconecten” del sistema capitalista mundial para poner en pie un internacionalismo de los pueblos frente al capitalismo.
PáginaI12 publicó una entrevista a Amin el pasado 7 de junio donde fue crítico sobre el futuro del capitalismo. “Es preciso saber que la supervivencia del capitalismo es imposible sin crecimiento y no veo posibilidad de otra fase del capitalismo con un crecimiento sostenido. Lo que no significa que el régimen vaya a morir lenta y silenciosamente de muerte natural. Al contrario, el capitalismo senil se vuelve más agresivo con contradicciones internas más grandes. Para los pueblos, la crisis sistémica del capitalismo implica la creciente desigualdad en la distribución de los beneficios y de las riquezas dentro de las sociedades, que se acompaña de un profundo estancamiento, por un lado, y la profundización de la polarización global, por el otro”, aseguró.