El ministerio de Defensa confirmó hoy la contratación de la empresa norteamericana Ocean Infinity para continuar las tareas de búsqueda del submarino ARA San Juan, desaparecido el 15 de noviembre pasado. La cartera que conduce Oscar Aguad decidió la contratación directa de urgencia, seleccionada después de la intervención de la Comisión de Asesoramiento Técnico del Proceso de Contratación y de una Comisión Evaluadora de Contrataciones de la Armada Argentina.

Ocean Infinity "cobrará por su servicios solamente si encuentra al submarino", anunció Defensa en un comunicado. La empresa pasó un presupuesto de 7,5 millones de dólares. Hace dos días, el ministerio había aprobado la contratación directa de urgencia, aunque aún resta un paso: la confirmación de Jefatura de Gabinete, algo que se descarta como una formalidad.

"Se necesita la firma de Peña porque el monto del que se tiene que disponer no puede ser aportado por el Ministerio de Defensa por sí solo", explicó Luis Tagliapietra, padre de uno de los 44 tripulantes que llevaba el submarino.

 La firma se impuso en la compulsa a otra también norteamericana. En una licitación anterior, hace dos meses, se anuló por presuntas irregularidades la concesión de la búsqueda a Igeotest, la empresa española elegida para las tareas en el Atlántico Sur. En la nueva licitación hubo un cambio sustancial respecto del anterior concurso: no se otorga un área delimitada de búsqueda, algo que reclamaban los familiares.

La empresa escogida tiene, entre sus antecedentes, las tareas de rastrillaje del avión de Malaysia Airlines desaparecido en el Oceáno índico en 2014, y que aun sigue sin aparecer.   "Es una de las más importante del mundo y es la que se ofreció a venir. La verdad es que tenemos muchas expectativas", afirmó Tagliapietra.

El ARA San Juan navegaba desde Tierra del Fuego hasta Mar del Plata cuando se perdió contacto con el submarino a la altura de la costa de Chubut. Un estudio de Londres determinó que en la zona donde navegaba hubo una explosión bajo el mar. Durante las semanas posteriores a la desaparición del submarino hubo tareas de búsqueda por parte de buques argentinos, así como de Rusia y los Estados Unidos, sin resultados positivos.